Rasante es un término que puede emplearse como adjetivo o como sustantivo. En el primer caso, la palabra hace referencia a aquello que rasa (es decir, que roza otro cuerpo cuando se desplaza).
Por ejemplo: “La pelota rasante acarició el poste izquierdo y se perdió por la línea de fondo”, “El águila, en un vuelo rasante, capturó a su presa con sus garras y la llevó a la cumbre de la montaña”, “Fue un tiro rasante e imposible de atajar”.
Rasante como sustantivo
Como sustantivo, la rasante es la línea de una superficie que se toma en cuenta según el paralelismo o la inclinación que presenta frente al plano horizontal. La noción se utiliza en la arquitectura para nombrar a la línea imaginaria que tiene un cierto ángulo de inclinación.
Las normativas para construir pueden contemplar la existencia de rasantes para garantizar la seguridad. En Chile, por citar un caso, se contemplan dos rasantes en el deslinde medianero: la rasante de 45 grados, que se ubica en el suelo, y la rasante de 70 grados, situada en el margen superior del muro medianero. Dichas rasantes no pueden ser superadas en obras de construcción, refacción, ampliación, etc.
Un tipo de luz
Se conoce como luz rasante, por otra parte, a la iluminación que se aplica a una obra o un cuerpo desde un único lado y con un ángulo de incidencia débil. Esto permite remarcar las tramas y los contornos mediante las sombras.
En el caso de la fotografía y la iluminación de películas, por ejemplo, la luz rasante se obtiene aplicando una fuente de luz con un ángulo casi perpendicular a la escena, de manera que los objetos presenten un sombreado muy fuerte, lo cual aumenta su nitidez y genera un efecto muy particular que los hace resaltar. Si bien esta técnica puede utilizarse de forma absolutamente artificial, también es posible aprovechar la luz solar, aunque en este caso solamente se obtienen buenos resultados en dos momentos del día, más específicamente en el ocaso y el alba, ya que es entonces cuando los rayos inciden en la Tierra con el ángulo adecuado.
Es importante no confundir el concepto de luz rasante con el de fotografía a contraluz, ya que esta técnica supone la iluminación de un objeto o una escena de manera que estos se encuentren entre la fuente de luz y la cámara, y que estas últimas apunten la una contra la otra.
La luz rasante en la fotografía permite crear una estética muy particular, que puede ser percibida por el público como poco realista, incluso cuando se utiliza la luz solar, ya que los cuerpos muestran una apariencia caracterizada por dos regiones bien definidas: la iluminada y la sombreada o, en otras palabras, la clara y la oscura, con una transición breve y violenta. En una escena normal, la luz rebota en un sinfín de puntos y lleva consigo matices de los colores de los diversos objetos, por lo cual el sombreado suele ser mucho más sutil.
Como es de esperarse, la luz rasante ayuda a que resalten los defectos de las superficies, y los restauradores de cuadros y obras de arte aprovechan esta característica para examinar detenidamente los objetos en busca de imperfecciones que no puedan detectarse a simple vista. Una pequeña hendidura puede pasar desapercibida si recibe una fuente de luz frontal, pero al enfocarla de perfil es probable que uno de sus bordes quede expuesto.
Rasantes del sol Kreutz
Los rasantes del sol Kreutz, por último, son cometas que casi rozan el sol al orbitar.
Heinrich Kreutz fue quien advirtió que estos cometas, que podrían ser desprendimientos de un cometa mayor fragmentado hace mucho tiempo, mantenían un vínculo.