Del latín rebellĭo, rebelión es la acción y efecto de rebelarse. Este verbo, por su parte, está asociado a oponer resistencia, sublevarse o faltar a la obediencia debida.
Por ejemplo: «La rebelión en Oriente Medio ha generado pérdidas millonarias al sector turístico», «Un joven campesino de dieciocho años es señalado como el líder de la rebelión», «El mandatario aseguró que utilizará todo el poder militar bajo su mando para acabar con la rebelión».
Qué es una rebelión
La rebelión, por lo tanto, es un rechazo a la autoridad que puede ir desde la desobediencia civil hasta la resistencia armada. El término se utiliza como sinónimo de sedición, motín, levantamiento o revuelta, aunque cada uno tiene sus propias particularidades.
En general, puede decirse que una revuelta es una alteración o alboroto, mientras que la rebelión constituye un delito contra el orden público. La sedición, por su parte, es un alzamiento colectivo contra la autoridad o la disciplina militar, pero con menor gravedad que la rebelión.
Quienes forman parte de una rebelión se conocen como rebeldes. Una persona que se niega a pagar impuestos por considerar que el gobierno malgasta los fondos, un grupo de obreros que decide tomar una fábrica, un ejército que no acata las órdenes de los superiores y los ciudadanos que se lanzan a las calles para exigir la renuncia de un presidente pueden considerarse como protagonistas de una rebelión.
Principales características
Es importante señalar que la rebeldía es una reacción necesaria y saludable frente a la opresión, la tradición y la autoridad, gracias a ella el mundo se mantiene en equilibrio. Si todos los individuos actuáramos obedeciendo ciegamente a la autoridades de turno, lo que habría sería un poder absoluto concentrado en unos pocos y una falta de libertad en los restantes. Si no somos rebeldes, no podemos ser creativos ni buscar alternativas que se encuentran fuera de lo que el mundo considera normal o razonable.
Pero es necesario aclarar que la rebeldía en exceso puede ser tan nociva como la obediencia absoluta porque si no nos impusiéramos una serie de normas y cada uno hiciera lo que deseara, la vida en sociedad sería un caos absoluto.
La rebeldía necesita de una actitud subversiva, de personas deseosas de cambiar las cosas y de probar nuevas maneras. La experimentación, por tanto, es un ingrediente fundamental en la vida de estas personas. A través de la búsqueda de caminos alternativos, sin tener en cuenta cuáles son los límites que su grupo social ha intentado imponerle.
La rebelión exige también un desafío a la autoridad en la búsqueda de una ruptura a través de la cual sea posible la imposición de un nuevo método o de una mayor libertad. En un país una rebelión puede significar el quiebre de un proceso político; la ruptura de la democracia a través de una guerrilla para imponer otro tipo de gobierno.
Rebeliones históricas
A lo largo de la historia han existido muchísimas rebeliones que fueron sumamente importantes y, es necesario mencionarlo, gracias a ellas el mundo ha seguido creciendo. Entre ellas podemos mencionar la Revolución Francesa, la Revolución Cubana y las Rebeliones Aborígenes en Sudamérica.
Todas ellas modificaron de algún modo la vida en el mundo hasta ese momento, trayendo cambios (algunos mejores que otros), por todo esto es necesario decir que necesitamos de ellas para mejorar y madurar, tanto como de la rebeldía que vivimos durante la adolescencia para rebelarnos ante nuestros tutores.
Cabe destacar, por otro lado, que existe un famoso libro que lleva este concepto en su título. «Rebelión en la granja» es una novela escrita por George Orwell que fue publicada en 1945 y está considerada como una crítica al stalinismo.