Reelección es la acción y el resultado de reelegir. Este verbo refiere a elegir nuevamente algo. El uso del término, de todos modos, está asociado al ámbito de la política.
La reelección, en este sentido, consiste en volver a votar a un funcionario para que siga ocupando el mismo puesto. De este modo, los ciudadanos ratifican su confianza en el dirigente político en cuestión y le vuelven a dar la responsabilidad de cumplir con otro mandato.
La reelección y la Constitución
La habilitación o no de la reelección depende de la Constitución. Hay que tener en cuenta que, para que exista la reelección, tiene que haber elecciones (el mecanismo a través del cual los habitantes emiten su voto para determinar qué personas ejercerán el poder). En una dictadura, como la gente no elige a los gobernantes, no existe la reelección, sino que los dirigentes asumen el poder de facto.
La locución latina de facto puede traducirse como «de hecho», y en el ámbito de la política y las leyes se refiere a las cosas que ocurren sin un reconocimiento jurídico, simplemente por la fuerza. De forma opuesta, existe la locución de iure, que sirve para describir los acontecimiento o acciones «de derecho». Cabe mencionar que, si bien ambos grupos de palabras están aceptados por el diccionario de la Real Academia Española, deben escribirse en cursiva para indicar que provienen de otra lengua.
En un país democrático de régimen republicano, cada cierta cantidad de años se desarrollan elecciones para decidir quién ocupará el cargo de presidente. Si, al cumplir su mandato, el presidente está habilitado legalmente para volver a presentarse a las elecciones y así dar a los ciudadanos la oportunidad de que vuelvan a votar por él, entonces su reelección es posible.
El caso de Argentina
En Argentina, por mencionar un caso, los presidentes pueden postularse únicamente para una reelección. Luego, deberán estar al menos un periodo alejados de la presidencia antes de poder presentarse nuevamente.
Así fue como Carlos Menem fue elegido presidente en 1989 y reelegido en 1995. En 1999, cuando completó su segundo periodo, no pudo presentarse a elecciones presidenciales, algo que sí volvió a hacer en 2003.
Reelección presidencial inmediata
Se habla de reelección presidencial inmediata para describir la acción de un presidente que se postula a una reelección mientras todavía se encuentra en ejercicio, buscando extender su mandato en el ciclo directamente posterior. Dependiendo de las características de cada gobernante, esto acarrea una serie de ventajas y desventajas.
Por ejemplo, en el caso de un presidente que intenta llevar a cabo una serie de reformas beneficiosas para el pueblo, darle más tiempo en el poder es positivo, ya que los cambios pueden ser más profundos y duraderos.
Por otro lado, desde el punto de vista de la oposición, intentar competir contra una campaña de reelección no es fácil, ya que la posición de un presidente que intenta ser reelecto suele ser ventajosa a la hora de hacerse propaganda. Claro que una situación del estilo puede servirles a los adversarios para incluir en sus campañas los errores cometidos por el presidente en funciones, y también las situaciones que se den en los planos social, económico y político durante estas fechas pueden disminuir la confianza del pueblo en su actual presidente, echando a perder sus esfuerzos por ser reelecto.
El equilibrio de poderes
Los estudiosos de la materia señalan diversos factores a tener en cuenta a la hora de evaluar los beneficios y los perjuicios de la reelección, entre los cuales destaca el equilibrio de poderes.
Dada la complejidad de un mandato presidencial, resulta muy difícil determinar si permitirle a una persona asumir el cargo durante dos o más periodos pone en riesgo la seguridad de un país o si se atenta contra el ideal de equilibrio en la repartición del poder.