Regocijo es una acción que permite expresar satisfacción o gozo. El concepto también se emplea para nombrar a la alegría y a la felicidad. Por ejemplo: “El anciano recibió la noticia con regocijo y comenzó a aplaudir”, “Para regocijo de los hombres presentes, la joven modelo lució un vestido ajustado y escotado”, “La lluvia no apagó el regocijo de los vecinos, que siguieron cantando y bailando toda la noche”.
El regocijo se asocia al placer y lo positivo. Aquello que provoca regocijo hace que una persona se sienta bien, tenga entusiasmo o esté feliz. Debido a este significado tan amplio, las cosas más diversas pueden causar regocijo.
Regocijo en la religión
No debemos olvidar que regocijo también es un término muy utilizado dentro del ámbito religioso. Así, se utiliza el mismo para mostrar la satisfacción que una persona creyente puede sentir por asistir a un oficio, porque le hará sentirse en conexión con Dios, o bien por acometer una buena acción que tenga como beneficiario a su prójimo.
Precisamente por ese motivo, incluso existen diversas canciones religiosas que en su título llevan la citada palabra, como sería el caso de “Me regocijo”, de Gadiel Espinosa. Una composición esta que tiene versos como estos: “Me regocijo en Jesucristo porque él me ha salvado. Todas mis culpas ha perdonado, por su amor me ha cambiado…”.
Dentro del ámbito musical podemos decir que también hay alguna canción dirigida a profesores y alumnos en la que se cuenta lo positivo del día a día de ambos.
El concepto asociado a la comida y al entretenimiento
En muchos casos, el regocijo se asocia a la comida. Cuando un individuo puede comer aquello que más le gusta, experimenta un gran regocijo. Eso es lo que sentirá un hombre al que le encantan las pastas cuando come un plato de ravioles o una mujer amante de los chocolates cuando tiene una caja de bombones a su disposición.
El regocijo también se vincula a los pasatiempos y a las actividades lúdicas. Un niño puede sentir regocijo cuando juega con una consola de videojuegos, así como un adulto puede regocijarse al ver una obra de teatro o asistir a un concierto.
Ante la “recompensa” que ofrece aquello que causa regocijo, es habitual que los seres humanos realicen o elijan las cosas de acuerdo a qué tan regocijantes les resultan. En su tiempo libre, una persona preferirá leer un libro o ver televisión antes que limpiar la casa o trabajar, ya que las primeras acciones provocan placer y las segundas suelen realizarse por obligación.
Libro «Regocijo en el hombre»
A todo lo expuesto podemos añadir que existen diversas obras literarias que tienen en sus títulos la palabra que estamos analizando. Una de las mismas es “Regocijo en el hombre”, que se publicó en el año 1983 y que obtuvo el Premio Eugenio Nadal .
Está escrita por Salvador García Aguilar y toma como escenario la Inglaterra del siglo X. Es una narración de corte histórico que nos acerca a cómo era la sociedad y la vida de aquel momento, al tiempo que nos da la oportunidad de reflexionar acerca de algunas de las cuestiones trascendentales de la vida como el amor, la muerte, el destino, el poder…Todo eso lo hace fundamentalmente mostrando la contraposición que se establece entre dos culturas opuestas: la anglosajona y la vikinga.