Doctora observando la posición del maxilar inferior
La idea de retrusión no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). El término, de todos modos, se utiliza con frecuencia en el terreno de la medicina y la salud.
TemasUn movimiento hacia atrás
Retrusión es un concepto derivado del vocablo latino retrusio, que alude a un empuje o impulso hacia atrás. La retrusión, por lo tanto, es un movimiento o desplazamiento en dicho sentido.
Con respecto a su etimología, podemos analizar el término latino antes mencionado para observar sus tres componentes. Comenzamos por el prefijo re-, que en este caso nos da la idea de «hacia atrás», aunque también puede aportar el matiz de «de nuevo»; lo encontramos en palabras como reverberar, reproducción y repetición.
Seguidamente vemos el vocablo trusus («empujado»), que es el participio de trudere («empujar»). Lo hallamos en protrusión e intruso, por ejemplo, y también se relaciona con la raíz indoeuropea *treud- («empujar, apretar»). Por último, el sufijo -io o -ión, que indica acción y efecto de, tal como se aprecia en tensión, depresión y abscisión.
Esta noción suele aparecer cuando se analiza cómo se mueve la mandíbula. El maxilar inferior, en este marco, puede moverse de distintas formas gracias a la intervención de ligamentos, huesos y músculos, manteniendo siempre el contacto con el maxilar superior.
Retrusión mandibular
La retrusión mandibular implica una proyección del maxilar inferior hacia atrás. Lo opuesto es la protrusión, con el maxilar inferior desplazándose hacia adelante. Un tercer movimiento es la diducción, con un traslado lateral del maxilar inferior. La mandíbula además puede abrirse y cerrarse.
Con la retrusión mandibular, se pasa del punto de contacto máximo entre los dientes inferiores y superior hacia atrás. Este movimiento, en el caso del ser humano, es bastante limitado, a diferencia de lo que sucede en los roedores y en otras especies.
Es importante mencionar que la retrusión y el resto de los movimientos de mandíbula no deben generar ruidos ni producir dolor. Si estas situaciones se producen, es probable que el individuo padezca algún tipo de patología que requiera de diagnóstico y tratamiento.
También es necesario señalar que existen valores aceptados por la medicina, tanto para la retrusión como para la protrusión, de manera que si la mandíbula de un paciente exhibe una posición más allá de dichos límites, hay un problema. Se estima que el crecimiento del rostro debe ser acorde al de la estatura; de esta manera, la mandíbula debe ir agrandándose de manera progresiva para mantener una posición relativa constante.
Si no existe retrusión o protrusión, los maxilares deben estar alineados
Retrognatia mandibular
Si la mandíbula no se desarrolló correctamente, los maxilares pueden quedar desalineados, una condición conocida como retrognatia mandibular. Esto provoca un perjuicio estético que también puede ser funcional: para corregirlo, se puede recurrir a una cirugía de retrusión mandibular.
En este caso, el tamaño de la mandíbula es demasiado pequeño con respecto al que se espera por la estatura del paciente. Por lo general, a este problema se asocian otras alteraciones, como por ejemplo en la articulación temporomandibular. Con respecto a los orígenes de la retrognatia mandibular, se suele vincular con cuestiones genéticas; por esta razón, a lo largo de la elaboración de la historia clínica es necesario echar un vistazo a los antecedentes familiares, para detectar el mismo problema en un pariente cercano.
Como se menciona más arriba, el tratamiento requiere una intervención quirúrgica. Como se trata de un problema del esqueleto, la cirugía debe ser ósea, aunque hay más de una opción. Si se desea tratar solamente la mandíbula, entonces es posible moverla de lugar hasta que alcance la posición correcta. La alternativa es mover tanto el maxilar superior como el inferior, una cirugía que se denomina bimaxilar.
