Revancha es un concepto que procede del término francés revanche. Se trata de una venganza, una represalia o un desquite.
Por ejemplo: “Esta vez quedé eliminado en la primera ronda del torneo, pero el año que viene tendré revancha”, “El boxeador mexicano ya le pidió revancha al campeón”, “Haber llegado a este lugar es una revancha para mí”.
Ejemplos de revancha
Suele considerarse la revancha como un triunfo que permite reparar o contrarrestar una derrota previa. Tomemos el caso de dos tenistas que compiten en el circuito de la ATP, como lo hacían Rafael Nadal y Roger Federer. En un torneo disputado en marzo, Nadal logra imponerse sobre Federer. El siguiente enfrentamiento entre ambos tiene lugar en junio y, esta vez, Federer es quien gana. Puede decirse, por lo tanto, que el suizo tuvo revancha ante el español.
La revancha también puede suponer un logro que llega después de un mal momento, el cual puede ser de una gravedad muy variada, según el contexto. Por un lado puede tratarse de una temporada de serios problemas de salud que le impiden a una persona disfrutar de su vida con libertad, tras la cual llega finalmente su recuperación a modo de revancha contra la enfermedad; pero también puede describir la situación de un individuo que quiere organizar una fiesta por su cumpleaños pero no tiene dinero y al año siguiente finalmente consigue los medios para hacer la celebración que desea, de manera que tiene su revancha.
La venganza
Cuando la revancha se entiende como una venganza por un perjuicio o un daño que un individuo sufrió por parte de otro, esto suele darse en las relaciones de pareja y en las laborales. En el primer caso, supongamos que dos personas rompen un noviazgo después de un largo período de convivencia a causa de que una de ellas ha sido infiel; una revancha en manos de la parte afectada podría ser ventilar los secretos de la primera con todo su círculo de amigos y conocidos, o incluso desvelar que también había tenido una relación a escondidas, sea o no cierto.
Sobra decir que una revancha de este tipo no es precisamente lo más aconsejable para alguien que se siente herido por el accionar de otro, ya que muy probablemente le sume sufrimiento a causa de no cortar con esa historia dolorosa y seguir adelante. Además, como no se cansan de repetir los viejos refranes, «no debemos hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros», sin importar cuanto nos hayan dañado.
La revancha ante una injusticia en el ámbito laboral también es muy frecuente, especialmente luego de un despido que el empleado considera improcedente; si durante su etapa en la empresa tuvo acceso a información confidencial acerca de planes futuros, por ejemplo, puede decidir publicarlos de forma anónima, aunque esto ponga en riesgo su situación legal. Así como en las relaciones de pareja, no se aconseja rebajarse y manchar el propio nombre para perseguir la venganza, sino mirar hacia adelante y buscar nuevas oportunidades.
Revancha en el deporte y el arte
En muchos deportes, la revancha forma parte de un mecanismo formal ya establecido. Hay competencias de fútbol cuyas eliminatorias se definen a través de dos partidos: un primer encuentro y luego la revancha. Esto quiere decir que, en el segundo partido, el equipo que perdió antes tiene la posibilidad de tomarse revancha y lograr la clasificación. De repetirse el resultado del primer juego, terminará clasificando el mismo ganador.
“La revancha” también es el título de varias películas, programas de televisión y obras de teatro, dado que se trata de un término muy común incluso en el habla cotidiana, y que presenta una gran versatilidad en su significado, ya que, como se expone anteriormente, puede hacer alusión a enfrentamientos deportivos, épocas de buena suerte en la vida personal o laboral.