
La revisión sistemática comienza con una búsqueda rigurosa y una planificación estructurada.
Una revisión sistemática es un tipo de investigación secundaria que recopila, evalúa y sintetiza de forma rigurosa y estructurada todos los estudios relevantes sobre una pregunta de investigación específica. A diferencia de las revisiones narrativas, sigue una metodología explícita y reproducible con criterios de inclusión y exclusión, estrategias de búsqueda exhaustivas y evaluación crítica de la calidad de los estudios incluidos. Su objetivo es proporcionar una visión global, objetiva y fundamentada en la evidencia disponible.


Ejemplos de revisión sistemática
Las revisiones sistemáticas se aplican en diversos campos del conocimiento, adaptándose a sus métodos, objetivos y tipos de evidencia. A continuación se describen ejemplos concretos en distintas disciplinas, ilustrando cómo estas revisiones contribuyen a la toma de decisiones fundamentadas.
Medicina y salud
La medicina ha sido uno de los terrenos más fértiles para el desarrollo de revisiones sistemáticas, especialmente a través de la colaboración Cochrane, una organización sin ánimo de lucro que ofrece ayuda a personas de todo el mundo para tomar decisiones en el cuidado de su salud.
Estas revisiones son esenciales para crear guías de práctica clínica, ya que permiten comparar tratamientos, evaluar intervenciones preventivas y analizar la efectividad de medicamentos. Un ejemplo clásico es el uso de revisiones sistemáticas para determinar la eficacia de vacunas o identificar el mejor tratamiento farmacológico para enfermedades crónicas.
La práctica basada en evidencia encuentra aquí su máxima expresión: decisiones clínicas, políticas sanitarias y recomendaciones de organismos internacionales suelen fundamentarse en los hallazgos consolidados de estas investigaciones.
Psicología y ciencias sociales
En campos como la psicología o la sociología, las revisiones sistemáticas ayudan a identificar patrones comunes en los efectos de intervenciones psicosociales, técnicas terapéuticas o programas comunitarios. Por ejemplo, una revisión puede analizar la eficacia de distintos enfoques de terapia cognitivo-conductual para tratar la ansiedad infantil.
En sociología, son útiles para sintetizar evidencia sobre políticas públicas, desigualdad social o efectos de programas de inclusión, aportando una base empírica a debates complejos.
Educación y ciencias ambientales
La educación utiliza cada vez más revisiones sistemáticas para evaluar el impacto de metodologías pedagógicas, tecnologías educativas o programas de formación docente. Se pueden revisar, por ejemplo, decenas de estudios sobre el aprendizaje basado en proyectos o el uso de recursos digitales en el aula.
En el campo ambiental, las revisiones sistemáticas permiten evaluar intervenciones sobre conservación de especies, gestión del agua o mitigación del cambio climático. Sus resultados orientan la creación de políticas sostenibles y marcos regulatorios.

Los metaanálisis permiten combinar estadísticamente los resultados de múltiples estudios primarios para obtener conclusiones más sólidas.
Fundamentos de la revisión sistemática
La revisión sistemática es una metodología rigurosa que permite reunir, evaluar e integrar los resultados de estudios previos sobre una pregunta específica de investigación. Sus fundamentos son la transparencia, la objetividad y la reproducibilidad, características que la diferencian de otros tipos de revisión.
Revisión sistemática vs. revisión narrativa
Una revisión narrativa presenta una síntesis general sobre un tema, pero no necesariamente sigue criterios estrictos de búsqueda o selección de estudios. En cambio, la revisión sistemática aplica un protocolo definido que guía todo el proceso: desde la formulación de la pregunta hasta la interpretación de los resultados. Esto garantiza que los hallazgos no se vean influidos por la opinión del autor o por una selección arbitraria de fuentes.
La revisión sistemática puede complementarse con un meta-análisis, que es una técnica estadística para combinar cuantitativamente los resultados de varios estudios primarios, siempre que cumplan ciertos requisitos de compatibilidad metodológica.
Tipos de estudios y niveles de evidencia
Las revisiones sistemáticas se basan en estudios primarios (datos originales recopilados por los investigadores) y contribuyen a generar estudios secundarios, es decir, análisis que integran múltiples fuentes previas. Su objetivo es proporcionar una síntesis de la literatura que sea sólida y útil para la toma de decisiones basada en evidencia.
En la jerarquía de la evidencia científica, las revisiones sistemáticas con meta-análisis suelen ocupar el nivel más alto, especialmente cuando se centran en ensayos controlados aleatorizados. Esto se debe a su capacidad para reducir el sesgo y aumentar la confiabilidad de las conclusiones.
Importancia del marco conceptual
Toda revisión sistemática parte de un marco conceptual claro, que ayuda a delimitar la pregunta de investigación y contextualizar los resultados. Además, este tipo de revisiones suelen abordar no sólo qué funciona, sino en qué contextos, para quiénes y bajo qué condiciones, lo cual aumenta su calidad de evidencia y su grado de recomendación.

La revisión sistemática es un proceso colaborativo que implica la evaluación crítica de la evidencia científica disponible.
Diseño y planificación de la revisión
El éxito de una revisión sistemática depende en gran medida de una fase de planificación rigurosa. Esta etapa inicial define el camino metodológico que se seguirá y permite asegurar la transparencia, la reproducibilidad y la relevancia del estudio.
Elaboración del protocolo de investigación
Antes de comenzar la búsqueda de estudios, se elabora un protocolo de investigación que establece de forma detallada los objetivos, métodos y criterios que se aplicarán. Este protocolo puede registrarse públicamente en plataformas como PROSPERO para garantizar transparencia.
Un componente central es la formulación de la pregunta de investigación, que suele estructurarse mediante el modelo PICO:
- Población (¿a quién se dirige la intervención?);
- Intervención (¿qué se va a evaluar?);
- Comparación (¿con qué se compara?);
- Objetivos o resultados (¿qué se espera observar?).
Este marco ayuda a enfocar la revisión y facilita la formulación de estrategias de búsqueda y selección.
Criterios de inclusión y exclusión
Una revisión sistemática no incluye cualquier estudio sobre el tema: se definen criterios de inclusión y criterios de exclusión basados en aspectos como:
- tipo de estudio (experimental, observacional, cualitativo, etc.);
- fecha de publicación;
- idioma;
- calidad metodológica;
- relevancia temática.
Esta delimitación evita la incorporación de estudios irrelevantes o de baja calidad, y permite mantener la coherencia en el análisis.
Estrategia de búsqueda y palabras clave
Otro elemento clave del diseño es la estrategia de búsqueda, que especifica:
- las palabras clave y sinónimos a utilizar;
- los operadores booleanos (AND, OR, NOT) para combinar términos;
- las bases de datos a consultar (como PubMed, Scopus o Web of Science).
Este proceso se documenta cuidadosamente para que pueda ser replicado por otros investigadores. La precisión en esta etapa es vital, ya que omitir estudios relevantes puede sesgar los resultados.
Perspectiva de política y transferibilidad
Cuando la revisión tiene como fin influir en políticas públicas, es importante considerar la transferibilidad de los hallazgos: ¿los resultados pueden aplicarse en otros contextos o poblaciones? También se evalúa la generalización de resultados, especialmente en revisiones destinadas a orientar decisiones sanitarias, educativas o sociales.