Rinorrea es un concepto que no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). El concepto se emplea en el ámbito de la medicina para nombrar a la salida de fluidos por las fosas nasales, provocada por un incremento de las secreciones de moco.
La rinorrea puede producirse por diferentes motivos. Una de las causas más frecuentes es la alergia, que además puede provocar rinitis y otros trastornos. Los virus, las bacterias, los traumatismos y hasta el frío también pueden generar rinorrea o goteo nasal.
Otras de las causas de la aparición de rinorrea y congestión nasal son las siguientes: la utilización de productos tales como gotas o aerosoles sin indicación del médico y por un tiempo prolongado; embarazo; los pólipos nasales (una enfermedad que acarrea la presencia de pequeños tumores benignos que dificultan la respiración); y las partículas extrañas en las fosas nasales.
Tratamiento de la rinorrea
Por lo general, la rinorrea no requiere de ningún tratamiento; de hecho, lo normal es que la congestión no dure más de una semana. La persona que sufre este goteo simplemente debe sonarse la nariz para eliminar el exceso de mucosidad y liberar las fosas nasales. Cabe destacar que se entiende por «sonarse la nariz» a expulsar aire con fuerza por la nariz, sosteniendo un pañuelo para atrapar los fluidos que, alojados en las fosas nasales, son expulsados por la propia acción.
Cuando la rinorrea es frecuente o crónica, de todo modos, un médico puede indicar un tratamiento para actuar sobre las causas que la generan. De este modo, si la rinorrea se debe a una alergia, el profesional puede sugerir el suministro de corticoides o antihistamínicos. Si la rinorrea se produce por una infección, el médico también puede recetar diferentes fármacos.
Un procedimiento bastante efectivo para eliminar la mucosidad de las fosas nasales es el lavado con aerosol de solución salina; esto se puede comprar en cualquier farmacia, o bien prepararlo de forma casera. Para su elaboración, basta con entibiar una taza de agua, agregar una pizca de bicarbonato y media cucharada de sal. Se recomienda no hacer más de cuatro lavados nasales por día; además, sólo se debe aplicar aerosoles en niños mayores de dos años.
Tos y congestión
En ocasiones, la abundancia de mucosidad hace que los fluidos también desciendan hacia la garganta, provocando molestias en dicha zona del cuerpo o generando tos.
También es común que las mucosas nasales se terminen inflamando, produciéndose lo que se conoce como congestión nasal.
Cómo reducir la rinorrea
Como sucede con muchos otros trastornos de salud, es muy importante tomar ciertas precauciones para prevenir su aparición o para hacerle frente con mayor eficacia. Algunos de los consejos para mejorar el día a día de un paciente de rinorrea son los siguientes:
- Elevar la cabecera de la cama, ya sea colocando una almohada extra o cualquier objeto que pueda elevar la parte del colchón sobre la que se apoya la cabeza, para facilitar la respiración.
- Beber más agua.
- Utilizar un humidificador de vapor frío, pero con un límite, ya que el exceso de humedad en una habitación tampoco es beneficioso para tratar la rinorrea (además, es importante limpiar el humidificador a diario con un producto adecuado);
- Ante la falta de un dispositivo humidificador, siempre es posible dejar correr el agua caliente en el cuarto de baño durante un rato y quedarse allí unos minutos antes de ir a dormir.