El sicariato consiste en matar por encargo.
La noción de sicariato se emplea en varios países para aludir a la labor delictiva que llevan a cabo los sicarios. Un sicario, en tanto, es un asesino a sueldo: una persona que recibe dinero a cambio de cometer asesinatos.
TemasMatar por encargo
El sicariato, de este modo, consiste en matar por encargo. Al sicario se le encomienda una misión (quitarle la vida a un individuo) y éste obtiene un beneficio económico al cumplirla. Este “trabajo”, por supuesto, no es una actividad laboral legal, sino que constituye un grave delito castigado por el código penal.
Aquél que contrata a un sicario, por otra parte, también está violando la ley. Esto quiere decir que, cometido el acto, tanto el sicario como su contratante deben ser condenados.
Razón de su existencia
Existen diversas razones que pueden favorecer el sicariato. Si las fuerzas de seguridad fallan en su tarea de prevención y a la hora de capturar a los asesinos, y el Poder Judicial no condena a los criminales, están dadas las condiciones para que el sicariato se desarrolle y se fortalezca en una región. Lo mismo ocurre si la dirigencia política resulta cómplice de los homicidas.
En este punto vemos la importancia que tiene la protección de los ciudadanos desde el gobierno y los órganos oficiales. Nacemos inmersos en un sistema que no escogemos, por lo cual deberían garantizarnos las condiciones mínimas para vivir bien. De acuerdo con los derechos humanos, así debería ser para todos. Sin embargo, la realidad suele ser muy diferente. Cuando surge la inseguridad, cuando se vuelve peligroso salir a la calle, el pueblo se organiza para protegerse.
Organización criminal
Es importante señalar que también se llama sicariato a la organización criminal formada por sicarios. El sicariato, en este sentido, se caracteriza por su violencia al actuar.
A pesar de las imágenes que nos vengan a la cabeza cuando oímos la palabra sicaro, es importante entender que dentro de una organización criminal como un sicariato existe una serie de códigos y principios que sus integrantes deben cumplir para «honrar» a sus pares y superiores. Dicho de otra manera, pertenecer a un grupo de estas características también tiene sus reglas, las cuales no pueden saltarse bajo ninguna circunstancia, y el honor.
Salvando las distancias, cada grupo familiar tiene una forma de vivir potencialmente única, diferente a la de sus vecinos: tipo de humor, ideas políticas, opinión acerca de los derechos de los animales, contenido que les permiten consumir a los niños, etcétera; no es raro que desde cada uno los demás parezcan menos correctos. No podemos entender a fondo la realidad privada de los demás. Cuando entra en juego una actividad tan violenta y deleznable como el asesinato, tendemos a pensar que todo lo que hacen los sicarios está al mismo nivel, que no respetan a nadie; pero no es así.
El sicariato no se mueve por motivos personales sino económicos.
Movidos por el dinero
Hay que tener en cuenta que los sujetos que asesinan en el marco del sicariato no lo hacen por motivos políticos, religiosos o personales, ni como complemento de otro tipo de delito (como un robo o un secuestro). El sicario liquida a su víctima por la retribución monetaria.
Desde el punto de vista de una persona con ciertas comodidades, como ser un estudio universitario y un buen pasar económico, puede resultar imposible de imaginar escoger este camino. Sin embargo, hay una gran porción de la población que no tiene acceso a ninguno de estos privilegios, sino que se cría en contextos donde la violencia es un lenguaje necesario para subsistir. Si a esto se suma la promesa de un ingreso económico mucho mayor al de los otros trabajos posibles, la oferta es difícil de rechazar.
