El término latino syllăba es el antecedente etimológico de sílaba, un concepto que menciona las unidades fonológicas que componen una palabra. Esto quiere decir que las sílabas son sonidos que, mediante una articulación, forman un mismo núcleo fónico, que puede distinguirse de los otros a partir de las depresiones de la voz.
El adjetivo átono, por su parte, se refiere a aquello que es inacentuado: su pronunciación carece de acento prosódico (el relieve que se le otorga a la pronunciación para conferirle más intensidad).
Qué es una sílaba átona
Una sílaba átona, en definitiva, es una sílaba que no tiene acento prosódico. Si nos centramos en una palabra cualquiera, la sílaba acentuada será la sílaba tónica, mientras que el resto serán sílabas átonas. Puede decirse, de esta manera, que las palabras están formadas por sílabas tónicas y sílabas átonas.
Tomemos el ejemplo de la palabra «pésame». Se trata de una palabra trisílaba ya que cuenta con tres sílabas: pé – sa – me. La sílaba pé es la sílaba tónica debido a que sobre ella recae el acento prosódico y, de acuerdo a las reglas ortográficas, también la tilde. En cambio, sa y me son sílabas átonas.
Vínculo con la ortografía
La ortografía también analiza cómo se distribuyen las sílabas átonas y las sílabas tónicas para determinar si una palabra es sobreesdrújula, esdrújula, grave (también llamada llana) o aguda. En el caso del ejemplo anterior, «pésame» es una palabra esdrújula, ya que su sílaba tónica (acentuada) es la antepenúltima. En nuestra lengua, todas las palabras con acento prosódico en la antepenúltima sílaba llevan tilde (o sea que todas las palabras esdrújulas se escriben con tilde).
Debido a una creciente falta de interés en la escritura y en sus reglas, la sociedad va perdiendo poco a poco el contacto con esta y otras nociones que resultan muy importantes para comprender correctamente el lenguaje. Nadie confunde las palabras «compré» y «compre» al hablar, pero mucha gente lo hace al escribir, ya que el uso de la tilde es cada vez más raro en la comunicación diaria, lo cual incluye los diferentes sistemas de mensajería instantánea y el correo electrónico.
Para entender en profundidad el concepto de sílaba átona es absolutamente necesario, en primer lugar, haber interiorizado el de acento; de hecho, ambos dependen del otro para tener sentido. Sin embargo, si alguien decide ignorarlos, o bien si por las características de su educación no se encuentra nunca con ellos, pierde un gran número de oportunidades de elaborar mensajes escritos complejos y, por qué no, de enriquecer su comunicación oral con ciertas sutilezas que sólo resultan perceptibles para quien domina la lengua.
La sílaba átona en el español y en otras lenguas
En comparación con otros idiomas, como ser el inglés o incluso el italiano, el español cuenta con un sistema de acentuación ortográfica que nos permite acertar la pronunciación correcta de una palabra desconocida para nosotros de manera infalible. Dicho de otro modo, si aprendemos correctamente en qué casos una palabra lleva tilde según sea aguda, grave o sobreesdrújula, así como a reconocer si estamos frente a una esdrújula, entonces podremos leer adecuadamente cualquier término de nuestra lengua, algo que no ocurre en ninguna de las dos antes mencionadas.
Esto no es fácil, pero la recompensa de poder usar el lenguaje a un nivel avanzado es muy tentadora. Gracias a conocer dichas reglas, con sus excepciones y casos especiales, es posible crear discursos complejos, jugar con las palabras y elaborar ideas que excedan los límites de la ortografía. Además, en ciertos casos se puede invertir la acentuación para enfatizar un término; por ejemplo, la siguiente oración la palabra «adiós» se debe leer con el acento en la «a»: «He dicho a-diós y no, «ah dios»».