La raíz etimológica del término temporada se encuentra en el vocablo latino tempus, que se traduce como “tiempo”. El concepto hace referencia a un periodo que puede estar formado por años, meses, semanas o días, los cuales forman un conjunto.
Un período particular
Una temporada, por lo tanto, es un espacio temporal con características particulares que le permiten distinguirse del resto del calendario. La noción suele usarse para aludir a la etapa que contempla la realización o la aparición de algo.
Por ejemplo: “Me fascina la temporada navideña ya que me hace acordar a mi infancia junto a mis padres y mis abuelos”, “Los diseñadores más renombrados coincidieron en afirmar que el azul será el color que marcará tendencia en la próxima temporada de verano”, “El jugador australiano anunció que se retirará del deporte profesional al término de la presente temporada”.
Organización de series
Es habitual que las series se segmenten en temporadas. Cada temporada cuenta con una cierta cantidad de capítulos o episodios y constituye una unidad: por lo general, el final del último capítulo de la temporada marca un cierre y a su vez abre un conflicto o interrogante que se desarrollará en la temporada siguiente.
Tomemos el caso de Friends. Esta serie estadounidenses tuvo diez temporadas, sumando en total 236 episodios. Gracias a esta organización, los episodios que conforman cada temporada de una serie se pueden relacionan por diferentes motivos, tanto narrativos como estilísticos o incluso en el tono, algo que permite a los guionistas explorar varias facetas de su creatividad y de la vida de los personajes en etapas bien definidas.
En una película resulta imposible condensar la cantidad de historias que pueden existir en una serie, pero esto no llega sin ciertos inconvenientes. En el primer caso, el gran desafío de los creadores consiste en escoger lo más relevante y significativo de todo el texto original, para que el público reciba algo coherente, emocionante, variado y completo. Nunca una película debería evidenciar los recortes que se realizan en la etapa de desarrollo.
Por otra parte, la mayor holgura de las series puede resultar en que los escritores no concreten sus ideas sino que compongan episodios poco impactantes o que repitan ciertos elementos más de lo necesario. Un primer paso para evitar este error es pensar en temporadas, para agrupar los futuros episodios en grandes porciones de la historia total. En el caso de Friends, esto se logra muy bien porque la división permite explorar las fases de maduración de los personajes, tanto a nivel individual como en relación a los demás.
Para el deporte
En el ámbito del deporte, una temporada abarca el tiempo necesario para que un campeonato o un torneo se lleve a cabo, desde su inicio hasta su conclusión. En la temporada 1997-1998 de la NBA, por mencionar uno de estos ciclos, Michael Jordan consiguió su sexto y último anillo de campeón con Chicago Bulls.
Temporada baja, media o alta
A nivel turístico, por último, se suele diferenciar entre temporada baja (la época con menor actividad o movimiento), temporada media (actividad normal) y temporada alta (mayor actividad que la habitual).
Esta división repercute directamente en los precios para los consumidores, siendo mayores en la temporada alta que en las otras dos. Para los empresarios el impacto es inverso: la temporada baja es la de menos trabajo, tanto que en algunas ciudades que dependen casi exclusivamente del turismo es conveniente cerrar las tiendas y los hoteles hasta que vuelva la actividad. La temporada alta suele coincidir con la estación del año que más permite apreciar el destino turístico: invierno en un paraje de esquí, y verano en una zona costera, por ejemplo.