Torso es un concepto que hace referencia al tronco del cuerpo de un ser humano. El torso, por lo tanto, es el cuerpo sin las piernas, los brazos y la cabeza.
Por ejemplo: “Ayer estuve tomando sol sin camiseta y me quemé el torso”, “El árbitro cobró ‘mano’, pero en realidad el balón impactó en el torso del defensor”, “Como el joven se cubría la cabeza con los brazos, el agresor decidió comenzar a golpearlo en el torso”.
Ubicación y composición del torso
Si analizamos el torso en el contexto de todo el cuerpo, podemos decir que sobre él se encuentra la cabeza. A los costados, por otra parte, aparecen los brazos (en la zona superior) y las piernas (en la zona inferior).
El torso se compone del tórax y de la columna vertebral. De este modo, muchos de los órganos más importantes del organismo están contenidos en el torso: los riñones, el hígado, el estómago, los pulmones y el corazón, entre otros.
En la actualidad la mayoría de los hombres tienen especial interés en muscular y fortalecer su torso, de cara a poder presumir de un cuerpo y físico envidiables. Por eso, recurren a realizar abdominales así como otros ejercicios tales como las rotaciones en segmentos, flexiones, posturas de tablas, sentadillas y estocadas.
Un tipo de estatua
Las estatuas que carecen de extremidades y de cabeza reciben el nombre de torso: “Un torso griego se exhibe en la entrada del museo”, “En esta sala podemos ver diez cuadros, un busto y un torso”, “Los arqueólogos creen que el torso tiene unos tres mil años de antigüedad”.
En este contexto, uno de los torsos más conocidos es el llamado Torso de Belvedere. Se trata de una obra de Apolonio de Atenas que fue hallada en el siglo XVI.
En un primer momento se pensó que podría ser una estatua original, sin embargo, a raíz de las últimas pruebas que se le han realizado ha cobrado más peso el que, en realidad, venga a ser una copia de otra obra artística más antigua, que estaría datada en el siglo II a.C.
Otros torsos famosos
De la misma manera, no podemos olvidar que dentro de la historia del arte hay otros muchos torsos importantes, como sería el caso, por ejemplo, de la obra titulada Torso de Hombre, que fue realizada en el siglo XIX por Jules Desbois, uno de los más conocidos colaboradores del famoso escultor Rodin. Esta obra se encuentra en lo que es el Museo d´Orsay de París y se considera que recuerda mucho al mencionado Torso de Belvedere.
En España hay que subrayar la existencia de una obra muy importante dentro de lo que es el arte ibérico. Nos estamos refiriendo a la llamada Torso del Guerrero, que viene a representar lo que es el tronco de un aristócrata o príncipe en el que destaca una coraza con forma de cabeza de lobo. Se considera que viene a ser de la época de los Escipiones y, de manera habitual, se encuentra en el Museo Monográfico de la Fundación la Alcudia (Alicante).
Torso de Fruela I, en tanto, es una escultura de Miguel Berrocal que se encuentra en la ciudad española de Oviedo. Fue construida en bronce en homenaje a un monarca del siglo VIII.