Trivia es un término que no figura en el diccionario elaborado por la Real Academia Española (RAE). El concepto, de todos modos, se vincula a otra noción que aparece en la publicación: trivial, cuya primera acepción alude a algo que es conocido por todos.
La idea de trivia también puede asociarse al trivio, que es un sendero que se divide en tres vías diferentes. Trivia, además, es la divinidad de las encrucijadas en la mitología romana.
La trivia como juego
A partir de todas estas definiciones, podemos comprender cómo se emplea el vocablo trivia en la actualidad. Una trivia es una serie de preguntas que se plantean en el marco de un concurso o de un juego, cuyas respuestas deben ser escogidas entre diferentes opciones.
Como se puede apreciar, aquello que entendemos por trivia se vincula a un conocimiento compartido (ya que las preguntas suelen apuntar a un saber general), a un camino dividido en diferentes ramas (las distintas respuestas tentativas que se presentan para cada pregunta) y a una encrucijada (vinculada a la duda que surge sobre cuál es la respuesta correcta en cada caso).
Un ejemplo
Supongamos que un programa de televisión plantea un concurso de preguntas y respuestas a los participantes. De este modo, cada uno de ellos debe responder correctamente una pregunta para avanzar al siguiente nivel. Si contesta correctamente diez preguntas, accede a un importante premio.
La trivia comienza con la siguiente pregunta: «¿En qué año llegó Cristóbal Colón por primera vez al continente americano?». Las opciones son: «1460», «1492», «1496» y «1501». Si el concursante responde «1492», que es la respuesta correcta, avanza a la siguiente pregunta.
La diosa Trivia
Volviendo a la mitología romana, según la cual Trivia es la diosa de las encrucijadas, encontramos una historia muy interesante. En primer lugar, debemos decir que el poeta romano Publio Ovidio Nasón la mencionó en algunas de sus obras. Trivia es una figura que por lo general hace el bien, ya que ayuda a las personas a alcanzar el éxito en sus empresas; sin embargo, si así lo desea, también puede conducirlas al fracaso. Su poder es verdaderamente considerable, tanto que el propio Júpiter (el dios más importante de la mitología romana, equivalente a Zeus) le muestra respeto.
Según la versión que encontremos de Trivia, podemos apreciar diferentes facetas de esta diosa: algunas la presenten como un ser benevolente, mientras que otras la muestran como alguien siniestro. Como ocurre en más de un caso, la mitología griega también cuenta con una diosa de las encrucijadas, Hécate, y muchos las consideran equivalentes. El rol de Hécate en las encrucijadas que se abren en tres (llamadas trivios) era de especial importancia, y los griegos ubicaban en estos puntos de los caminos unos postes que mostraban cada una de sus tres cabezas mirando en una dirección diferente.
Antes de embarcarse en una de las tres rutas, los viajantes debían hacer algún sacrificio para implorarle a Hécate la seguridad a lo largo del camino, y esto se relaciona con otro de los roles de Hécate, el original, que la definió como diosa de las tierras salvajes, y también de las regiones inexploradas. En los textos mágicos de la mitología griega, como ser las defixios (también conocidos como tablillas de maldición, eran medios en los que las personas podían pedir a los dioses que hicieran daño a sus enemigos) y los papiros mágicos, Hécate era la diosa que se mencionaba más frecuentemente.
Como dato curioso, se sabe que a lo largo del siglo VII, el obispo San Eligio, nacido en el año 588 en la antigua región francesa de Lemosín, solía repetir a sus seguidores que los cristianos no debían jamás mostrarse devotos ante ninguna de las diosas de los trivios.