Trofoblasto es una noción que refiere al conjunto de las células que componen la capa exterior del blastocisto (un estado de la embriogénesis; es decir, del crecimiento del embrión) y que es integrante de lo que luego será la placenta. El trofoblasto, que empieza a formarse en las etapas tempranas del embarazo, se encarga de aportar sustancias nutritivas al embrión.
Diversas clases de células de la placenta forman el trofoblasto, que es el responsable de posibilitar que el embrión se implante en el endometrio del útero. Cuando llega el momento de dar a luz, la mujer y su hijo rechazan el trofoblasto a través de un proceso inmunológico. El trofoblasto, de todas formas, suele ser visible como una especie de membrana que recubre al recién nacido.
A la capa interior del trofoblasto, calificada como unicelular, se la conoce como citrotrofoblasto, aunque también puede recibir el nombre de capa de Langhans. Esta capa permite que el corión embrionario se adose al endometrio.
Hormona segregada por el trofoblasto
Es importante destacar que una hormona segregada por el trofoblasto brinda la posibilidad de advertir el estado de gravidez de una mujer a través de exámenes de sangre o de orina. Dicha hormona, clave para el desarrollo del embarazo, es segregada por la capa exterior del trofoblasto, que recibe el nombre de sincitiotrofoblasto.
Este se encuentra en contacto directo con lo que es la sangre de la madre y tiene la particularidad de que se encarga de cubrir toda la superficie de la placenta. Ejerce una función muy importante ya que facilita el intercambio de nutrientes entre lo que es la mujer y su bebé, así como también de gases y de residuos.
Una biopsia
Durante el embarazo, es posible que el médico indique un estudio del trofoblasto para analizar cuál es el estado del feto. La biopsia de trofoblasto, en este sentido, consiste en tomar una muestra de tejido para examinarla en un laboratorio. Dicho estudio permite descubrir trastornos cromosómicos o una enfermedad en los genes, por ejemplo.
De esta mencionada biopsia se hace necesario conocer otra serie de datos de interés:
- Se realiza haciendo uso de una pertinente ecografía.
- Se puede llevar a cabo a partir de los dos meses de embarazo.
- Puede desarrollarse a través de dos técnicas diferentes: por la vagina o mediante una extracción a través del abdomen.
- En ocasiones, se requiere aplicar anestesia local a la embarazada para que no le sea molesta esta acción que durara unos cuantos minutos y en la que no se extrae ningún tipo de líquido.
- Existen diversas ventajas de que se use este método y no otro. En concreto, se alaba que se puede realizar en etapas muy precoces del embarazo y que da unos resultados muy acertados.
- No obstante, también es cierto que esta biopsia del trofoblasto supone un riesgo más elevado que en la amniocentesis respecto a que la mujer pueda sufrir un aborto espontáneo.
Hay que subrayar además que existe lo que se conoce como enfermedad trofoblástica gestacional que viene a alterar lo que es el tejido que posteriormente se convertirá en la placenta. Aquella puede ser de varios tipos como el llamado embarazo molar.