El trotskismo es el movimiento político y la corriente de pensamiento inspirada en León Trotski, un revolucionario que tuvo una gran incidencia en la Revolución Rusa de 1917. Trotski fue un pilar del comunismo en Rusia hasta que comenzó a enfrentarse a José Stalin, oponiéndose a su filosofía y sus políticas. Finalmente tuvo que exiliarse y fue asesinado por la policía secreta soviética.
Lev Davidovich Bronstein era el verdadero nombre de Trotski, de origen judío, que fue uno de los principales impulsores de la famosa Revolución de Octubre que se produjo en Rusia en el año 1917 y que permitió que los bolcheviques lograran el poder.
Es importante destacar que tanto el trotskismo como el stalinismo son corrientes del comunismo e interpretaciones de los postulados de Karl Marx y Vladimir Lenin. Suele decirse, de manera simplificada, que el trotskismo representa a la izquierda del comunismo y el stalinismo, a la derecha.
Características del trotskismo
Una de las principales características del trotskismo es su creencia de que la revolución debe ser impulsada a nivel internacional, y no sólo en un único país. Esa, para el trotskismo, supone la única posibilidad de éxito en la búsqueda de la instauración y la permanencia del comunismo.
Otro rasgo destacado del trotskismo es su oposición a la burocracia. Para este movimiento, las estructuras de poder deben ser democráticas y los cargos tienen que ser rotativos, lo que impediría que una persona o un cierto grupo se apropiasen de los beneficios de la revolución.
De la misma manera, no hay que pasar por alto que el trotskismo también se sustentó en otra serie de pilares fundamentales, entre los que podemos destacar los siguientes:
• Apostó por los planes quinquenales.
• Abogó porque las tomas de poder estuvieran en todo momento en manos del proletariado.
• Se sujetó en buena medida en dos publicaciones que fueron llevadas a cabo o impulsadas por Trotsky y que venían a definir los principales claves de este movimiento político: «Programa de Transición» (1938) y «Teoría de la Revolución Permanente» (1930).
El movimiento en la actualidad
En la actualidad, muchos partidos políticos y agrupaciones se reconocen como trotskistas y adherentes a la organización conocida como IV Internacional, fundada en 1938. Su participación en los procesos de elecciones, sin embargo, no suele depararles demasiado suceso, alcanzando porcentajes de voto minoritarios. Argentina, Francia y México son algunos de los países donde el trotskismo mantiene mayor fuerza.
Existen formaciones políticas en diversos rincones del mundo que apuestan por el trotskismo. En el caso de España, por ejemplo, podemos decir que ha habido y hay grupos de esa marcada ideología, tales como los siguientes:
• Liga Comunista Revolucionaria. Se fundó en 1971 y desapareció veinte años después. Hay que subrayar que era la sección española de una de las principales fracciones surgidas de la IV Internacional Trotskista.
• Partido Obrero Socialista Internacionalista. Se puso en funcionamiento en el año 1980 y cuenta con medios de comunicación propios como sería el caso de «La Verdad» o «Combate socialista».
En España, por otro lado, ha surgido una formación política que consiguió un gran respaldo del público y que comparte algunas ideas con el trotskismo. Se trata de Podemos.
El trotskismo según diversos dirigentes comunistas
Veamos a continuación las opiniones de importantes figuras de la historia acerca del trotskismo y del revolucionario que le dio su nombre:
* Lenin describía a Trotski como una persona vanidosa y egocéntrica, como un falso líder, que estafaba a sus seguidores y ayudaba a la derecha mientras posaba a la izquierda. Tampoco dudó en llamarlo canalla, traidor e incluso de compararlo con Judas (el discípulo de Jesucristo que lo vendió a los miembros del Sanedrín). Fueron muy numerosas las ocasiones en las que el revolucionario ruso criticó con mucha agudeza la actitud de Trotski, subrayando siempre su falta de transparencia;
* Stalin, por su parte, no perdió la oportunidad de volver el apego que Trotski parecía tener por las cifras y los porcentajes para hacer alarde de su éxito en su propia contra, en las elecciones en las cuales más del 99% votó a su favor, sometiendo al fundador del trotskismo a una inevitable humillación. En palabras del propio Stalin, era el partido de Trotski el único responsable de haber perdido de una forma tan rotunda, señalando que dedicaban demasiado tiempo a los debates y que no se enfocaban en la lucha del proletariado y en la edificación del socialismo;
* Fidel Castro definió el trotskismo como una herramienta vulgar de la reacción y del imperialismo. Dijo que había representado una posición incorrecta, con las mismas ideas políticas que adoptaron, según él, las agencias publicitarias y los periódicos del imperialismo norteamericano, opuestas a la Cuba Revolucionaria y cargadas de calumnias e intriga en su contra;
* Ho Chi Minh tildó a los trotskistas como sucios bandidos que hacían lo posible por enmascarar su retorcido accionar. Usó el ejemplo del Partido Obrero de Unificación Marxista, en España, al que acusó de constituir nidos de espionaje en varias ciudades españolas para servir a Franco. Del mismo modo, mencionó la quinta columna y sus actividades a favor del fascismo alemán e italiano, así como las puñaladas por la espalda de la Liga Marx-Engels-Lenin en Japón, que enviaba a la cárcel a los jóvenes que se acercaban a su agrupación.