Los valores humanos son aquellas ideas que comparten la mayoría de las culturas respecto a lo que se considera correcto. Estos valores son los que enaltecen al ser humano: es decir, que colocan a la especie en un plano de superioridad gracias a la moral.
Cabe destacar que, en el ámbito de la filosofía, los valores son las cualidades que hacen que una realidad sea estimable o no. Estos valores pueden ser negativos o positivos, y calificarse como inferiores o superiores de acuerdo a su jerarquía.
Conjunto de virtudes
Un valor humano, por lo tanto, es una virtud. Aunque las costumbres y las conductas cambian con la historia, se considera que hay valores que deben (o deberían) mantenerse inalterables ya que son los que definen al hombre como especie. Los valores humanos, que se asocian a la ética, se encargan de orientar y direccionar la acción de las personas que desean hacer lo correcto.
No existe un listado específico de valores humanos, ya que su definición puede variar de acuerdo al filósofo o el pensador que los proponga como resultado de sus investigaciones. Sin embargo, hay muchos valores que suelen ser mencionados sin discusión.
Ejemplos de valores humanos
La sensibilidad es uno de esos valores humanos reconocidos a nivel general. Se considera que las personas deben ser sensibles ante el prójimo, sentir empatía y reaccionar ante el sufrimiento o el dolor de los demás.
Otros de estos valores, que a veces también se denominan morales, son la honestidad, el respeto, la responsabilidad, la gratitud, la puntualidad, la prudencia, la sinceridad, la compasión, el desprendimiento de las cosas materiales, la lealtad y la humildad.
Su reflejo en leyes
Cabe destacar que, en ocasiones, el valor humano se refleja en leyes u obligaciones. En determinados contextos, un individuo no escoge ser responsable por su mera intención de actuar «correctamente», sino también porque la irresponsabilidad constituye un delito; esto ocurre, por ejemplo, cuando decidimos no beber alcohol antes de conducir.
Y aquí entramos en un terreno controvertido, donde se pone en duda la esencia de los valores humanos: si fueran intrínsecos a nuestra naturaleza, entonces no deberíamos necesitar del rigor para respetarlos. Vivimos inmersos en diferentes sistemas que nos ofrecen un supuesto orden a cambio de nuestra libertad, y esto nos genera un sentimiento de frustración y ahogo que crece lentamente dentro de nosotros y nos lleva a incumplir las reglas muy a menudo.
Por otro lado, no comprendemos el verdadero sentido de la libertad, ya que no se trata del derecho a pasar por la Tierra como nos plazca, sino que representa una serie de obligaciones, encabezadas por la siguiente: no atentar contra el equilibrio de la naturaleza.
Los valores humanos y el trato a otros seres vivos
Hasta que las personas no aprendamos a respetar al resto de los animales y a las plantas, de nada sirve recitar de memoria una lista de valores humanos tales como «no robar, mostrar gratitud y compasión al prójimo». Un individuo que encierra y tortura a un grupo de animales para luego asesinarlos y vender su cuerpo en trozos no puede decir con la cabeza en alto que tiene valores, así como tampoco puede hacerlo alguien que adopta a un perro y lo lleva a pasear por el asfalto, atado y con bozal.
Las culturas occidentales se enfocan demasiado en evitar el incesto y la poligamia, cosas normales en muchas otras especies de animales, pero no temen encerrar y explotar a las vacas, los cerdos, los caballos, las gallinas y los perros, entre muchas otras víctimas de nuestra crueldad; no matamos a nuestro vecino porque eso representa un crimen, pero sí disparamos a un zorro si entra en nuestra granja.
En resumen, no debemos esperar a que un comunicado oficial nos diga cuáles son los valores humanos que debemos descargarnos en nuestro teléfono móvil, sino buscar dentro de nosotros, en nuestro rincón más salvaje, nuestro rincón más humano.
La mirada de la religión
En ocasiones se asocian los valores humanos a los valores religiosos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos últimos son principios que un creyente adopta según lo establecido por su credo religioso.
Acatar lo que diga un clérigo o seguir las indicaciones de un libro sagrado pueden considerarse valores religiosos. Sin embargo, esa sumisión no es universal: un católico no siente la obligación de hacer lo que indica un imán, por ejemplo. Lo expresado en la Torá, asimismo, no constituye un compromiso para un musulmán.
De todos modos, la solidaridad, la integridad y el altruismo, entre otros, son valores humanos que también suelen formar parte de los valores religiosos.
Tipos de valores humanos
Es posible reconocer distintos tipos de valores humanos según diversos criterios de clasificación.
Los valores humanos universales son aceptados por todas las personas, independientemente de su cultura o religión. Diferente es el caso de los valores culturales y los valores religiosos.
También se puede distinguir entre los valores éticos (adoptados por el individuo para conducirse en la sociedad) y los valores morales (que cada comunidad inculca y transmite a sus miembros).
Todos estos valores son considerados humanos ya que son propios de los seres humanos. Es decir, no son virtudes que se les puedan atribuir a los animales, más allá de características en común en ciertos comportamientos, que en los animales se desarrollan por instinto.