Para poder determinar el significado del término vanagloria, lo primero que vamos a hacer es conocer su origen etimológico. En este sentido, podemos exponer que se trata de una palabra que deriva del latín. En concreto, es fruto de la suma de dos componentes de dicha lengua:
-El adjetivo «vanus», que puede traducirse como «vacío».
-El sustantivo «gloria«, que es equivalente a «fama», «honor» o «esplendor».
Qué es la vanagloria
Vanagloria es la petulancia o presunción de un individuo respecto a sus acciones o al valor que se autoadjudica. El verbo vanagloriar alude a este acto de darse vanagloria.
Por ejemplo: «Estoy harto de la vanagloria de este artista: podrá tener mucho talento, pero le falta humildad», «No entiendo tu vanagloria: acabas de cometer un gran error y, sin embargo, te muestras orgulloso de tu accionar», «No debes actuar por vanagloria, sino por solidaridad».
El término vanagloria, por lo tanto, también es una conjugación del verbo vanagloriar: «El diario opositor aún se vanagloria de haber denunciado hace tres años al diputado que hoy se encuentra imputado en una causa por corrupción», «El gerente de la compañía discográfica siempre se vanagloria por el descubrimiento de estos músicos en un pequeño bar», «El jefe de la policía se vanagloria por haber logrado detener al criminal más buscado de los últimos tiempos».
El engreimiento
La vanagloria, en definitiva, se asocia al orgullo exagerado o el engreimiento de una persona por sus propios actos o logros.
Supongamos que un escritor experimentado brinda una conferencia. Ante los asistentes, enumera todos los premios que obtuvo a lo largo de su trayectoria, brinda datos de los libros que vendió y se jacta de haber renovado la literatura de su país gracias a su estilo innovador y su atrevimiento. El escritor, con esta actitud, lo que hace es vanagloriarse de sus logros. Como se puede advertir, la vanagloria no se vincula a la veracidad o falsedad de los dichos expuestos, sino que a la actitud que evidencia el sujeto.
La vanagloria en la religión
Dentro del ámbito religioso, se habla mucho de la vanagloria, ya que se considera que la persona que continuamente destaca sus virtudes, sus acciones y posesiones frente a los demás está cometiendo un ataque a los valores. Se considera que pasa a ser alguien que no es humilde.
En concreto, se hace uso de la Biblia para, a partir de varios de sus pasajes, exponer que pueden caer en la vanagloria constante de sí mismos desde los pecadores necios hasta los ricos y famosos.
Precisamente podemos exponer que hay numerosas «celebrities» de hoy que continuamente se vanaglorian de sus premios, sus vidas llenas de lujos, sus éxitos profesionales e incluso de su aspecto físico. Para muchos, por ejemplo, alguien que está continuamente vanagloriándose de todo lo que es y lo que tiene es el jugador de fútbol portugués Cristiano Ronaldo. Precisamente el que hable de sí mismo como el mejor jugador del mundo o que esté en todo momento presumiendo del lujo en el que vive hace que despierte numerosas antipatías entre la población.