La venganza es una reprimenda que se ejerce sobre una persona o un grupo de ellas por una acción que es percibida como mala o dañina. El sujeto que se siente afectado decide vengarse y concreta una especie de reparación por el daño. La venganza, así, supone una compensación por el agravio recibido.
Para algunas personas la venganza es necesaria cuando la justicia falla; sin embargo si se las analiza a fondo entre ambas no existe mucha diferencia, el problema es que la justicia no siempre funciona y a veces permite que ciertos daños no sean reparados. En ese punto puede aparecer la venganza, pero ya no con el objetivo de hacer justicia, sino de liberar la tensión que el dolor y el odio han hecho germinar en el damnificado. Por eso se dice que la venganza trasciende la atención de reparación y tiene un carácter ejemplificador cuyo objetivo es pagar con la misma moneda o infringir un mal mayor en quien ha cometido el daño original.
Venganza, ética y derecho
Pese a lo condenable que puede ser desde el punto de vista moral o ético, la venganza causa placer a quien la concreta, ya que el vengador suele estar inmerso en sentimientos de odio y rencor. La venganza, por lo tanto, aparece como un desahogo.
Cuando la venganza intenta ser ejemplificadora (es decir, el daño que causa es mayor al daño original), se corre el riesgo de entrar a un espiral de violencia sin control. Por eso, desde la época bíblica (libro del Éxodo), se intentó fijar una justicia retributiva con la lex talionis o Ley del Talión, resumida en la sentencia «ojo por ojo, diente por diente».
En las sociedades modernas, la venganza no está permitida ni tampoco se acepta la Ley del Talión. La justicia se canaliza a través de leyes que intentan ser objetivas y promover la paz social y aquellos que se salten las reglas impuestas por el sistema legislativo vigente pueden ser condenados por tomar la justicia por mano propia.
El concepto en la literatura
La venganza es un tema presente en la literatura desde que ésta existe. En las obras clásicas, pueden encontrarse numerosas historias donde ésta es protagonista. Partiendo de las tragedias griegas, pasando por ciertas novelas de principios del novecientos e incluso presente en obras actuales.
En «Hamlet» de William Shakespeare, por ejemplo, la trama de esta obra de teatro transcurre en Dinamarca y relata los acontecimientos posteriores al asesinato del rey Hamlet, por parte de su hermano Claudio. El espectro del muerto se revela a su hijo para pedirle que se vengue. A partir de ahí se desarrolla una intensa historia donde la venganza, la traición, el incesto y sobre todo, la corrupción moral son protagonistas.
Otra historia que utiliza la venganza como eje de la trama es «El Conde de Montecristo» de Alexandre Dumas, la cual ha sido llevada al cine en numerosas ocasiones y se considera una de las grandes obras de la literatura.
Generalmente las obras donde existe la venganza como elemento suelen valerse de la locura parcial o la pérdida absoluta del juicio de una persona para de algún modo intentar llegar a las razones profundas que llevan a una persona a hacerle daño a otra con el objetivo de hacerle pagar por algo.
Némesis, la diosa de la venganza
Cabe mencionar que en la cultura griega incluso tenían una diosa de la venganza, la llamada Némesis, cuya principal particularidad era que no se encontraba sometida a los dioses de los olimpos y se encargaba de castigar los excesos de los seres humanos que perturbaban el equilibrio universal. Del mismo modo, en todas las culturas antiguas existió una cierta religiosidad respecto de la venganza, generalmente enclaustrada en una serie de límites.
Posteriormente, con la fundación del Derecho, la venganza comenzó a ser considerada como un acto negativo y ruin que no colabora con el bien común y por ende, también es motivo de condena.