Verdad es un concepto abstracto de difícil definición. El término procede del latín verĭtas y está asociado con la conformidad de lo que se dice con lo que se piensa o siente. Por ejemplo: si una persona tiene pensado vender su casa y, ante una pregunta, responde «Yo nunca vendería mi casa», no está diciendo la verdad (y, por lo tanto, está mintiendo, que es lo opuesto a la verdad).
La verdad también es la conformidad de las cosas con el concepto que se tiene formado en la mente sobre ellas: «Es verdad, el camino está en mal estado», «Lo que suponíamos resultó ser verdad: el dueño de la empresa planea declararse en bancarrota».
Diversas maneras de entender el concepto
Otra forma de entender la verdad es como el juicio que no se puede negar racionalmente. Si alguien dice «Esta mesa pesa cinco kilogramos» y, tras proceder a pesarla, confirma dicho peso en la balanza, nadie puede decir que la afirmación no era verdadera ya que se sustenta en un hecho concreto y comprobable, susceptible de medición con exactitud.
La existencia real de algo también se asocia a la verdad: «¿Ese perro es de verdad?», «Quiero comprar una batería de verdad, me aburrí de ensayar con tachos y baldes». Si el perro o la batería no son de verdad, no quiere decir que no existan en la realidad, sino que se trata de algo diferente a lo que uno imagina como un perro o una batería real (podría tratarse de un perro de juguete y de una batería improvisada con otros elementos).
Las verdades, en tanto, son expresiones claras con que se reprende o corrige a alguien: «Te voy a decir una gran verdad: nadie con tu actitud puede llegar demasiado lejos en la vida».
Verdad de Perogrullo
Además de estas acepciones, tendríamos que destacar que se habla de lo que se conoce como verdad de Perogrullo o perogrullada. En el lenguaje coloquial se hace uso de dicha expresión que viene a referirse a toda aquella verdad que es sabida de manera notoria y que, por tanto, se considera que es una necedad el tener que decirla.
Un claro ejemplo de esa mencionada acepción sería la siguiente oración: «En su exposición oral ante la clase el alumno dijo una verdad de Perogrullo: todos acabamos muriendo».
El término en distintas frases
Asimismo existen otras expresiones muy habituales que también hacen uso del concepto que estamos analizando. Este sería el caso de «verdad como puños», que se emplea para referirse a aquella que es evidente.
De la misma forma está la locución «una verdad como un templo». En este caso, se utiliza frecuentemente para referirse a aquella que es absolutamente notoria y que, por tanto, no puede refutarse de ninguna de las maneras.
La importancia de la verdad en las relaciones sociales
La verdad es uno de los pilares de las relaciones sociales saludables. Quien apela a la veracidad al expresarse, recurriendo a la sinceridad y la transparencia, suele ser valorado y respetado; en cambio, aquel que no actúa con honestidad tiende a ser castigado por su conducta.
Por supuesto, debe considerarse el conocimiento: alguien puede faltar a la verdad por no contar con la sabiduría necesaria sobre algo, no por voluntad de mentir o de hacer daño. Supongamos que una persona se compromete a asistir a una fiesta y luego, como ese día llueve, no acude ya que piensa que el evento se suspende por mal tiempo. Sin embargo, estaba equivocada porque el desarrollo de la celebración no dependía de las condiciones meteorológicas. En este caso, el individuo no dijo la verdad (no cumplió su compromiso) debido a un mal entendido.
La noción en el ámbito judicial
La cuestión de la verdad es clave en el terreno judicial. En el marco de un juicio, la ley obliga a los testigos a decir siempre la verdad; de hecho, su declaración se realiza bajo juramento. Si, a través de pruebas y evidencias, se demuestra que el testimonio es falso, a quien miente le corresponde un castigo establecido por las normas.
Cuando puede lograrse la corroboración de que el testigo mintió con dolo, incurre en el delito de falso testimonio. De este modo se fija una pena que está vinculada a la obstaculización del funcionamiento de la Justicia.
Es interesante mencionar que, respecto a la confesión de un imputado, la obligación de decir la verdad es motivo de debate. Hay un reconocimiento del derecho a no declarar contra uno mismo y a no autoincriminarse: si bien suele indicarse que, por lo tanto, el imputado está habilitado a mentir, hay especialistas que consideran que dicha afirmación no tiene fundamento debido a que dispone de la facultad de mantener el silencio. Así, dada la posibilidad de optar por el silencio, la regla de expresarse con la verdad también aplicaría a los imputados.
Película «Las dos caras de la verdad»
Además de todo lo expuesto tampoco podemos pasar por alto el empleo del término que nos ocupa en ámbitos tales como el cine. Así, por ejemplo, nos encontramos con películas tales como «Las dos caras de la verdad». En el año 1996 fue cuando se estrenó la misma, dirigida por Gregory Hoblit y protagonizada por Richard Gere y Edward Norton.
En ella se nos cuenta como un abogado lleva a cabo la defensa de un joven que ha sido detenido por matar a un arzobispo que, presumiblemente, abusaba sexualmente de él y de sus compañeros.