
La vocación de servicio es la predisposición de una persona para satisfacer las necesidades de otra.
El concepto de vocación, que proviene del vocablo latino vocatĭo, refiere a la tendencia de una persona hacia un oficio, una actividad o un cierto estado. Servicio, por su parte, alude en su sentido más amplio al acto y la consecuencia de servir: estar a disposición de alguien, ser útil para algo.
La idea de vocación de servicio, de este modo, se vincula a la predisposición de un individuo para satisfacer las necesidades de otro. Quienes tienen vocación de servicio, por lo tanto, se inclinan a brindar colaboración o ayuda.

Características de la vocación de servicio
Puede relacionarse la vocación de servicio con la solidaridad y el accionar desinteresado. Al brindar un servicio solidario, la persona recibe una recompensa que se puede calificar como interna o espiritual: la satisfacción de hacer aquello que se cree correcto. No se busca, en cambio, satisfacer un interés material u obtener otro tipo de rédito.
Muchas son las personas que podemos decir que tienen o sienten una notable vocación de servicio. En concreto, nos estamos refiriendo tanto a los que deciden colaborar con una ONG que defiende alguna causa humanitaria como a los que se van de voluntarios con asociaciones a lugares con necesidades. Y eso sin olvidar tampoco a quienes podemos ver a diario que se han marchado hasta ciertos rincones del planeta para ayudar a los refugiados que huyen de sus países en pro de una vida mejor. Por supuesto, también tienen esta vocación quienes deciden, por ejemplo, colaborar ayudando en el día a día a quienes viven y duermen en la calle, dándoles compañía, alimentos e incluso bebidas calientes.
El egoísmo, la comodidad y la pereza son cuestiones que quedan de lado cuando un ser humano pone en práctica su vocación de servicio. Supongamos que una mujer decide pasar su tiempo libre preparando comida y sirviéndola a los vecinos carenciados de su barrio. Esta persona podría destinar ese tiempo a dormir, mirar la televisión o irse de compras, pero prefiere inclinarse a su vocación de servicio para mejorar la vida de los demás.

La vocación de servicio está asociada a la solidaridad.
El concepto en la religión
En el terreno de la religión, se asocia la vocación de servicio al llamado de Dios que «escuchan» quienes se dedican a la vida eclesiástica. Un hombre que opta por el celibato y la castidad para convertirse en sacerdote, estará demostrando su vocación de servicio para entregarse a la comunidad y a Dios.
No obstante, por regla general, cuando más se habla de vocación de servicio dentro del ámbito religioso es cuando se hace referencia a los conocidos como misioneros. Estos son personas, hombres y mujeres, que pertenecen a una orden religiosa y que consideran que la mejor manera que tienen de servir al prójimo es marchándose a trabajar en zonas desfavorecidas del planeta.
Exactamente lo que hacen es viajar hasta lugares del Tercer Mundo con el claro propósito de ayudar a los ciudadanos de esos enclaves no únicamente a tener fe en Dios sino a mejorar su calidad de vida. De ahí que procedan a ejercer como maestros de los niños, a desarrollar labores sanitarias en pro de quienes tienen alguna dolencia, a enseñarles oficios que les permitan sobrevivir y tener un sustento…