Vulcanismo es un concepto vinculado a Vulcano, el dios del fuego y los metanos de acuerdo a la mitología romana. Para la geología, se trata del sistema que explica la formación del globo a partir de la acción del fuego interior.
Los volcanes son los conductos que establecen una comunicación directa entre la superficie de la Tierra y los niveles profundos de la corteza. Un volcán, por lo tanto, es una abertura que suele encontrarse en montañas y que, cada cierto periodo de tiempo, expulsan lava, cenizas, gases y humo, en un proceso denominado erupción.
Concretamente se establece que tres son los tipos de materiales que se expulsan a la superficie cuando tiene lugar la erupción: lava, que es de tipo líquido y que origina dos clases de volcanes (los cónicos y los llamados en escudo); piroclastos, que son la parte sólida de la erupción y se forman a partir de los grumos de lava que se generan (los hay de muy diversa tipología, como bloques, lapilli, polvo volcánico y bombas volcánicas); y fases (la parte gaseosa de cualquier erupción volcánica, tanto las fumarolas como las solfataras o las mofetas)
Estas erupciones tienen lugar cuando el magma (la mezcla de roca fundida y gases, entre otros componentes) que se halla bajo presión empieza a ascender hasta salir a la superficie a través de la chimenea del volcán. Los tipos de erupciones volcánicas están determinadas por la temperatura, la composición, los elementos disueltos en el magma y la viscosidad, por ejemplo.
Tipos de volcanes
Entre los tipos de volcanes, es posible distinguir entre un volcán inactivo o extinto (cuando no existen registros de la actividad eruptiva) y un volcán activo (aquellos que registran actividades eruptivas o que la registraron hace poco tiempo).
Además de los citados, tampoco hay que olvidarse de los escudos volcánicos, los conos complejos, el volcán compuesto o las mesetas de lava.
Se conoce como supervolcanes al tipo de volcán que produce las erupciones más voluminosas de la Tierra. El volumen del magma expulsado suele estar en condiciones de alterar el clima durante años y, por supuesto, de modificar el paisaje de los alrededores del volcán de forma abrupta.
Vulcanismo de Ío
Además de todo lo expuesto es importante que destaquemos la existencia de lo que se conoce como vulcanismo de Ío. Con este término se hace referencia a uno de los satélites que tiene el planeta Júpiter y que posee la particularidad de generar desde pozos volcánicos pasando por ríos de lava o plumas de dióxido de azufre.
Concretamente las actividades científicas llevadas a cabo en este sentido han dejado patente la existencia de tipos diferentes de erupciones tales como las explosivas o las de flujo.