El vocablo latino benignus llegó a nuestro idioma como benigno. Se trata de un adjetivo que califica a aquel o aquello que resulta compasivo, clemente, piadoso o cordial. Por ejemplo: “Tuve la suerte de encontrarme con un hombre benigno que me dio cobijo en su hogar”, “Pensé que iba a tratar de hacerme sentirme mal nuevamente, pero esta vez me llamó para algo benigno”, “Creo que si eres benigno, Dios te ayudará”.
Benigno también alude a lo que es sosegado, sereno, moderado o suave: “El clima en esta ciudad es benigno, a diferencia del clima que tenemos en donde vivimos nosotros”, “Las autoridades decidieron modificar las condiciones del encarcelamiento y ahora el sospechoso disfruta de condiciones más benignas”, “No me gusta gritarle a la gente, prefiero un trato más benigno”.
En el terreno de la medicina, la idea de benigno hace referencia a una lesión o una enfermedad que no tiene gravedad. Específicamente, la noción suele aplicarse al tumor que no es canceroso (ya que está compuesto por células similares a las habituales, que no se extienden por el cuerpo).
Los tumores benignos, por lo tanto, no son agresivos ni crecen en exceso. Esto quiere decir que no realizan metástasis ni invaden los tejidos adyacentes. Por lo general no implican una amenaza de gravedad para la salud, aunque pueden generar complicaciones. Hay tumores benignos que pueden convertirse en malignos, y otros que, al crecer, pueden comprimir un órgano.
En términos más técnicos, el tumor benigno es una clase de neoplasia, es decir, una masa anómala de tejido que surge cuando las células que lo componen se multiplican a un ritmo por encima del normal. Dado que en principio no acarrean complicaciones, en la mayoría de los casos es posible vivir con ellos, aunque mucha gente decide someterse a una intervención quirúrgica para que se los extraigan, ya sea por cuestiones estéticas o por miedo a que en el futuro se conviertan en malignos.
Uno de los tumores benignos más comunes es el nevus melanocítico, una mancha pequeña y pigmentada, con bordes bien delineados, que se compone de células névicas y melanina. Entre sus características más destacadas se encuentra que puede aparecer tanto en la epidermis como en la dermis o el tejido subcutáneo, así como en cualquier parte del cuerpo. En el habla cotidiana, se conoce con el nombre de lunar.
El mioma uterino es también un tumor benigno. Como su nombre lo indica, su desarrollo tiene lugar en el útero, más precisamente en su tejido muscular. Cabe mencionar que solamente un 0,5% de estos tumores se transforman en malignos (los denominados sarcomas). Según diversos estudios estadísticos, se cree que es más común en mujeres negras que blancas, de más de 35 años de edad, grupo en el cual aparece en una de cada cuatro a cinco.
La actriz y cantante Julie Andrews, nacida en Inglaterra en 1935, fue protagonista de una de las historias más lamentables de los últimos tiempos. En el año 1997 le detectaron un nódulo benigno en las cuerdas vocales; si bien le indicaron que la cirugía para su eliminación no era riesgosa, una mala praxis le provocó daños irreparables que le impidieron volver a cantar. Una mujer que había pasado toda la vida abordando piezas musicales de variada dificultad, con una voz dotada de agilidad y brillo, se vio limitada a unas pocas notas graves por el resto de su vida.
Por último, podemos mencionar que Benigno es un nombre masculino cuyo santoral se celebra el 13 de febrero. El músico peruano Benigno Ballón Farfán (1892-1957), el guerrillero español Benigno Andrade (1908-1952) y el militar argentino Benigno Benjamín Villanueva (1815-1872) son algunas personalidades que llevaron este nombre.
