El concepto de bergantín procede del catalán bergantí o del francés brigantin, de acuerdo a lo mencionado por el diccionario de la Real Academia Española (RAE). Estos dos términos, por su parte, derivan del italiano brigantino.
Un bergantín es un tipo de barco que dispone de dos palos y de una vela que puede ser redonda o cuadrada. Estas embarcaciones surgieron en el siglo XVI y se utilizaron de manera generalizada hasta llegado el siglo XIX. Gracias a la superficie de su velamen, los bergantines podían alcanzar una gran velocidad y recorrer distancias extensas, siendo también buques que resultaban ágiles para maniobrar.
Habitualmente los bergantines se empleaban para el tráfico de mercancías. De todos modos, también eran usados por los piratas ya que, por su velocidad, podían perseguir o eludir a cualquier otro barco. Este uso por parte de los corsarios hizo que muchas armadas decidieran incorporar bergantines a su flota, usándolos sobre todo en trabajos de persecución.
Un ejemplo histórico de este tipo de embarcación fue el bergantín mercante Espíritu Santo, que solía navegar entre Sudamérica y España a comienzos del siglo XIX. Era capitaneado por Francisco Paula de Fernández, aunque el dueño del barco se llamaba Martín Elordi.
El Bergantín Espíritu Santo quedó en la historia cuando, en el marco de las Guerras Napoleónicas, dio aviso sobre una supuesta flota inglesa que parecía tener intenciones de invadir el territorio perteneciente al Virreinato del Río de la Plata. Ante el aviso, el virrey Rafael de Sobremonte y Núñez desarrolló un plan defensivo y lo puso en marcha de forma inmediata; sin embargo, finalmente la flota en cuestión solo estaba realizando una expedición hacia Ciudad del Cabo.
La supuesta amenaza no era más que una flota a cargo de David Baird, un general de Gran Bretaña que realizó más de una campaña en la India, participó de las invasiones que llevaron a la derrota de su ejército en el Río de la Plata, fue uno de los británicos que lucharon contra el Imperio de Napoleón y conquistó el Cabo de Buena Esperanza, un territorio situado en la zona más austral del continente africano.
En pocas palabras, Baird se encontraba llevando a cabo una expedición a Ciudad del Cabo, una de las colonias holandesas. Cabe mencionar que allí el almirante británico Home Riggs Popham sí organizaría una expedición con la intención de invadir el Virreinato, lo cual derivó en las conocidas Invasiones Inglesas en el año 1806.
Como ocurre con otras embarcaciones y vehículos en general, es posible encontrar más de un tipo de bergantín. Uno de los más comunes se conoce con el nombre de bergantín goleta. Se trata de una embarcación de vela que tiene un mínimo de dos palos. Otra de sus características es que el trinquete se encuentra aparejado con velas cuadras, mientras que los demás palos (es decir, los que están más alejados de la proa), tienen velas cangrejas.
Las velas cuadras también se denominan cuadradas o, aunque resulte paradójico, redondas, y las usaban los antiguos barcos de vela. Su nombre principal hace referencia a su forma, la cual puede ser trapezoidal o rectangular. Su trabajo se lleva a cabo de forma perpendicular a la dirección de la nave, dando siempre la misma cara al viento. Las velas cangrejas, por su parte, son trapezoidales y asimétricas, con el filo de popa generalmente más extenso que el grátil alto.
Entre los bergantines-goleta más destacados de la historia podemos mencionar el Juan Sebastián Elcano, el Sant Mus (cuando acabó la guerra civil lo rebautizaron como «Baleares») y el Buque Escuela Esmeralda. Los dos primeros pertenecen a la Armada Española, mientras que el último, a la Chilena.
