El concepto de acervo tiene su origen en el latín acervus. Se trata de un vocablo que describe a un conjunto de bienes o de un haber que resulta común a numerosos individuos. Un acervo puede acumularse y atesorarse por acopio, tradición o por herencia, según sea su origen y las motivaciones de quien lo mantiene a resguardo.
El acervo de tipo cultural que puede llegar a tener una comunidad, por ejemplo, engloba al total de las manifestaciones culturales y artísticas común al grupo poblacional, con sus tradiciones, costumbres y hábitos. Por eso suele vincularse a la identidad de un pueblo, ya que se constituye con las contribuciones de sucesivas generaciones. Es un término muy utilizado en el plano de la antropología y la sociología, y se considera uno de los bagajes fundamentales de todo grupo social.
Acervo en el derecho
En el campo del derecho, el acervo comunitario es el conjunto de prácticas, criterios y decisiones que han permitido interpretar y aplicar los tratados constitutivos de las Comunidades Europeas a fin de asegurar una vida de armonía entre ciudadanos de las diversas naciones que forman parte de esta región. En esta lista de derechos y obligaciones se contemplan la aceptación y cumplimiento de los tratados firmados por el comité y es obligatorio dejar constancia de todos los actos que se desarrollen en lo que respecta a Seguridad Comunitaria y Política Exterior, entre otros.
Los países que forman parte de la Unión Europea dejan a un costado el acervo de sus propias legislaciones (aprobadas en el ámbito nacional) para asumir otras que se consideran más efectivas en el plano internacional, debiendo aplicar los cambios pertinentes a su legislatura, a fin de que en todo el continente exista una coherencia en las leyes que brinde a los ciudadanos de todos los países la seguridad de moverse sin problemas y de hallarse amparados por la ley.
Reserva genética
Otro tipo de acervo es el genético o génico, que también se conoce como reserva o patrimonio genético. Este constituye el conjunto basado en los alelos únicos que se divisan al estudiar el material genético de todos los individuos existentes de una especie, comunidad o población. A mayor acervo genético, más diversidad y, por lo tanto, más posibilidades hay de sobrevivir a los eventos de selección.
En cambio, un acervo genético con escasa diversidad implica una especie con dificultades para adaptarse y que corre riesgo de extinción. Existen varios tipos de acervo genético: acervo genético primario (suma de todas las variaciones genéticas que se han visto en el desarrollo de una población, indispensable para el mejoramiento de la especie o para su subsistencia), acervo genético secundario (suma de las variaciones que han sido producto de la cruza, sea natural o artificial, entre esta especie con otras) y acervo genético terciario (suma de la variación genética en otros organismos que no pueden ser cruzados con la especie objeto).
Acervo científico
Por otra parte, el acervo científico hace referencia a los conocimientos que la comunidad científica ha logrado reunir sobre un determinado tema después de haber realizado intensas investigaciones; por ejemplo: “El acervo científico sobre el SIDA aún no permite la elaboración de una vacuna preventiva”.
Por otro lado, el acervo de carácter documental es otro concepto utilizado en el campo de la ciencia y que refiere a ciertos documentos relacionados a una cuestión en particular, que suele ser el desarrollo de una investigación o descubrimiento.
La ortografía correcta
Por último, creo que es imprescindible dedicar un apartado para hacer una pequeña aclaración entre los términos acervo y acerbo, para alertar a los lectores sobre la leve diferencia ortográfica de estos términos, pese a que significan cosas diversas.
El término acerbo hace referencia a algo áspero, cruel o rústico y, mientras que acervo cumple la función de sustantivo, el primer término es un adjetivo. Puede encontrarse en frases como: «Me dijo unas acerbas palabras» o «Es un jarabe acerbo».