Acorde es un concepto que puede emplearse como adjetivo o como sustantivo. En el primer caso, el término acorde califica a aquello que se corresponde a algo o que resulta concordante.
Por ejemplo: “El equipo médico constató que el 70% de los niños del pueblo no tiene un peso acorde a su edad”, “Necesitamos contratar empleados acordes al perfil de la empresa”, “No creo que esté recibiendo un salario acorde a las obligaciones que se me asignan”.
Ejemplo de uso de acorde como adjetivo
Supongamos que se realiza un torneo internacional de fútbol para jugadores menores de 18 años. De los diez equipos participantes, nueve presentan planteles formados por futbolistas de entre 16 y 18 años. El décimo equipo, en cambio, decide asistir a la competencia con jugadores de apenas 13 años.
Ante esta situación, puede decirse que este conjunto no habría llevado un equipo acorde a la magnitud o las exigencias del torneo, ya que estaría en clara desventaja frente a sus rivales.
Una combinación de sonidos
Como sustantivo, acorde es el nombre que recibe el conjunto de varios sonidos que se combinan de manera armónica. Dicho de otro modo: el acorde se forma con diferentes notas musicales, que suenen de forma simultánea y en armonía.
Los acordes suelen estar compuestos por entre tres y siete notas musicales. Los diversos acordes que forman parte de una composición crean una progresión armónica. Las canciones, de este modo, presentan diferentes progresiones armónicas.
Acordes en distintos instrumentos
Es importante destacar que hay instrumentos musicales con los que no se pueden crear acordes. Uno de ellos es el tambor que, por sus características, impide tocar dos o más notas de manera simultánea.
Del otro extremo se encuentra el piano, con el cual es posible ejecutar acordes y notas individuales de manera simultánea, además de aplicar diferentes estilos a la interpretación. Este instrumento permite alcanzar un grado muy alto de expresividad, además de ser altamente versátil: puede usarse como único instrumento, para acompañar a un cantante o como parte de una orquesta de variado número, y nunca parece estar en desventaja.
La guitarra es otro instrumento en el cual se pueden tocar acordes y melodías; sin embargo, no permite la ejecución simultánea de tantas notas como el piano porque el músico no dispone de sus diez dedos con este propósito. Se trata del instrumento más popular del mundo occidental, ya que no es necesario contar con grandes conocimientos para tocar un acompañamiento sencillo. Esto no significa que tenga poco potencial; por el contrario, los conciertos más difíciles sólo pueden ser ejecutados por los grandes guitarristas.
Diferencias con la nota
En este contexto, especialmente entre las personas aficionadas a la guitarra, no es raro oír la palabra nota para hacer referencia a un acorde. Sobra decir que esto no es correcto, ya que se trata de dos conceptos diferentes, como se explica más arriba. El origen de la confusión seguramente se halle en el hecho de que comparten la primera mitad de su nombre, como ocurre con el acorde do mayor y la nota do sostenido.
Para componer una canción es necesario escoger una tonalidad, es decir, una cierta organización de la jerarquía que existe entre las alturas de los sonidos, según la consonancia sonora con referencia a la denominada tónica, que representa la nota, el acorde y la escala diatónica principal. Por ejemplo, la tónica de la menor es, en efecto, la nota la, y el acorde de la tónica es la menor; su escala se caracteriza por coincidir con las teclas blancas del piano, al igual que do mayor.
El oído de los músicos se acomoda de forma automática a cada tonalidad, y esto les permite evitar aquellas notas y acordes que no forman parte de ella; por ejemplo, en la menor no es posible tocar la nota do sostenido, a menos que se trate de un accidente debidamente indicado en la partitura, que tenga una finalidad definida, como ser la modulación a otra tonalidad.