Como sucede con muchas de las palabras del castellano, el término adaptación proviene del latín. Dentro de la mencionada lengua su origen reside en la palabra adaptare que es un verbo compuesto por dos partes. Así, en primer lugar está el prefijo ad, que significa «hacia», y en segundo lugar nos encontramos con el verbo aptare que vendría a traducirse como «ajustar» o «equipar».
Partiendo de esta explicación hay que subrayar que, por tal motivo, en el pasado el término adaptare se definía como ajustar una cosa a otra. Un significado que se asemeja al actual.
Concepto de adaptación
Adaptación es un concepto que está entendido como la acción y el efecto de adaptar o adaptarse, un verbo que hace referencia a la acomodación o ajuste de algo respecto a otra cosa.
La noción, como se desprende de la práctica, posee diferentes acepciones según al ámbito donde se aplique: por ejemplo, la adaptación es hacer que un objeto o un mecanismo cumpla con distintas funciones a aquellas para las que fue construido.
El término en la literatura y el cine
Por otra parte, la adaptación de una obra artística o científica se produce cuando se logra que ésta se difunda entre un público distinto de aquel al cual iba destinada o a través de una forma diferente al original.
Así hay que subrayar que en el ámbito de la literatura y del cine se hace uso del término adaptación. En este caso concreto se habla de adaptación cuando una obra literaria se somete a una serie de modificaciones y de arreglos, a una transformación, para así poder llevarla a la gran pantalla o incluso a los escenarios teatrales. Ejemplo de ello puede ser el libro «El código da Vinci», de Dan Brown, que se adaptó para desarrollar su película que mantuvo el título y que estuvo protagonizada por Tom Hanks.
La adaptación de una persona
Cuando se habla de la adaptación de un ser vivo, en cambio, se hace mención al hecho de que un organismo ha podido acomodarse a las condiciones de su entorno. Dicho de una persona, la adaptación se produce cuando el individuo se habitúa a múltiples circunstancias y condiciones.
Un ejemplo para entender mejor esto podría ser el siguiente: «Alma tuvo que cambiar de ciudad por motivos laborales, sin embargo, el proceso de adaptación que desarrolló fue magnífico y enseguida consiguió sentirse cómoda y feliz en su nueva residencia».
Selección natural
La adaptación biológica, asimismo, constituye un proceso de tipo fisiológico que afecta a un organismo que, durante un determinado plazo, ha mostrado una notable evolución por medio de la selección natural. De esta forma, sus expectativas a largo plazo en materia de reproducción sea exitosa son notablemente elevadas.
La selección natural, establecida originariamente por el gran Charles Darwin, podemos decir que es un proceso vital dentro de lo que es el cambio evolutivo. Y se define porque bajo su denominación lo que viene a expresar es que en un entorno concreto sólo las especies que mejor consiguen adaptarse a las circunstancias que les rodean son las que logran sobrevivir y seguir evolucionando. Mientras, las que no lo logran van desapareciendo.
Cabe resaltar también que este vocablo puede utilizarse, en ocasiones, como sinónimo de la idea nucleada en la frase «selección natural», aún cuando un gran número de biólogos no concuerda con esta asociación.
Adaptación evolutiva y curricular
El camuflaje, por ejemplo, es una adaptación evolutiva por parte de un organismo que toma un aspecto parecido al medio que le rodea, con la intención de pasar desapercibido para los posibles depredadores.
En pedagogía, la adaptación curricular se reconoce como una estrategia de tipo educativo que generalmente está dirigida a estudiantes con necesidades pedagógicas especiales. Se basa en la adecuación del programa de un nivel educativo concreto con la intención de conseguir que determinados contenidos resulten más sencillos de asimilar.