Adjetivo es un término que deriva de un vocablo latino y se trata de un tipo de palabra que califica o determina al sustantivo. Los adjetivos expresan propiedades atribuidas a los sustantivos, especificándolas o resaltándolas.
Por ejemplo: “No encuentro ningún adjetivo para calificar cómo te has comportado”, “La prensa no ahorró adjetivos para resaltar la buena actuación del equipo catalán”, “Me han dicho muchos adjetivos, pero nunca linda”.
El adjetivo puede hacer referencia a una característica concreta del sustantivo. La expresión “El pantalón es azul” incluye un adjetivo (“azul”) que expresa una propiedad visible (el color) del sustantivo (“pantalón”). En cambio, una frase como “Es un partido fácil” presenta un adjetivo (“fácil”) que resulta abstracto, ya que la facilidad no puede captarse por los sentidos sino que es una cuestión subjetiva que nace de un pensamiento.
Clases de adjetivos
Según la gramática tradicional podríamos establecer tres clases tipos: adjetivos calificativos, demostrativos y otros (en este último grupo se incluyen de forma amplia todos aquellos que no se encuentran dentro de los otros dos grupos). No obstante, es más precisa la clasificación desarrollada por la gramática oficial de la lengua española, que cuenta con una lista basta extendida y detallada de los diferentes tipos de adjetivos.
- Adjetivos restrictivos: dentro de este grupo se encuentran aquellas cualidades que acompañan a los sustantivos y restringen sus características de un modo exacto. Por ejemplo si hablamos de «el coche blanco» estamos dejando afuera a todos aquellos vehículos que no sean de ese color.
- Adjetivos no restrictivos: estos adjetivos sirven para dar más datos sobre el sustantivo pero sin limitarlo; generalmente suelen colocarse delante de él y lo modifican de forma variable. Por ejemplo si decimos «es un excelente amigo», usamos el adjetivo como modificador sin restringir el grupo de individuos que pueden entrar en ese grupo.
- Adjetivos graduales: es un grupo bastante amplio del que forman parte los adverbios de grado y otro tipo de clasificadores. Por ejemplo, si decimos “esta revista es poco interesante” estamos valorando el grado de interés que nos despierta esa publicación.
- Adjetivos no graduales: también es un amplio grupo formado mayoritariamente por los adjetivos comparativos, tales como «tan», «menos» o «igual». No se determina el grado de cuantificación del adjetivo sino que se establece una comparación. Por ejemplo, cuando decimos «Pedro es más listo que Juan» estamos haciendo uso de la comparación sin explicar cuán listo es cada uno de los individuos.
- Adjetivos de grado extremo: tienen una función similar a los graduales; es decir, expresan cuantificación, pero son absolutos. En este grupo se encuentran aquellos adjetivos formados por los sufijos -érrimo o -ísimo y por los prefijos re-, super-, mega- o hiper-: «paupérrimo», «riquísimo», etc.
- Adjetivos intersectivos: aquellos que pueden dar lugar a una expresión en la que dos tipos de características se encuentran, de ahí su nombre. Por ejemplo, si decimos «maestro joven» estamos expresando que una persona es maestra y, a la vez, que está atravesando su juventud.
- Adjetivos no intersectivos: al revés que los anteriores, estos adjetivos no vinculan dos palabras sino que más bien se tratan de características independientes. Por ejemplo, si decimos «Es un músico destacado». No estamos informando acerca de la profesión de la persona sino que hablamos de alguien que se destacada como música.
Los más comunes
De todas formas debemos aclarar que los grupos más comunes de adjetivos son los calificativos y los demostrativos.
- Adjetivos calificativos: son aquellos que señalan una cualidad del sustantivo: “La casa es grande”, “Esta mesa es muy vieja”, “La pintura de la habitación es naranja”, “Ella es hermosa”, “El vaso es frágil”.
- Adjetivos demostrativos: acompañan al sustantivo y sirven para expresar la proximidad que existe entre emisor y receptor, en función del sustantivo del que se habla: «Estoy mirando este adorno«, «¿De qué talla es aquel vestido?«.
Ejemplos de adjetivos
Es posible enumerar una enorme cantidad de ejemplos de adjetivos. Este tipo de palabras se emplean con frecuencia en todos los ámbitos, incluyendo en el lenguaje cotidiano.
Si pensamos en los adjetivos posesivos, podemos nombrar a «mi»: «Estacioné mi coche en la puerta del restaurante». Un ejemplo de adjetivo numeral, en tanto, es «tercero»: «El corredor alemán salió tercero».
Por supuesto, una misma oración puede combinar varias clases de adjetivos. Retomando el caso de los posesivos y los numerales, es posible encontrar expresiones como la siguiente: «Mi coche es el tercero en la fila».
Los adjetivos gentilicios, por su parte, refieren a un vínculo con un lugar geográfico. Es posible mencionar ejemplos en masculino («El equipo chileno clasificó a la final») y en femenino («La conferencia de la empresaria española marcó el cierre del evento»).
Es interesante señalar que la cantidad de adjetivos que se emplean en un texto suele estar asociada al género. Por ejemplo, en un párrafo de una novela pueden aparecer varios adjetivos calificativos, algo que no es habitual en un discurso periodístico. De todas formas, no hay límites precisos ni reglas inquebrantables. Así, un periodista puede escribir: «El temible asesino cometió su crimen más atroz cuando sorprendió a tres inocentes criaturas que se dirigían a su escuela». Como se puede advertir, en la expresión aparecen adjetivos como «temible», «atroz» e «inocentes».