La aerografía permite personalizar desde camisetas hasta coches.
La aerografía es una técnica artística que consiste en aplicar pintura haciendo uso de un aparato de aire comprimido conocido como aerógrafo. Este dispositivo se carga con pintura que luego el artista va difuminando sobre la superficie a pintar.
TemasPintura y aire
Puede decirse que la aerografía se asemeja a los graffitis que se realizan mediante un spray. En este caso, hay que dirigir el aerógrafo para crear los trazos, una acción que exige bastante destreza.
Lo que hace el aerógrafo es mezclar los pigmentos de la pintura con aire y expulsarlos de manera atomizada. Además de la capacidad del artista para manejar el artefacto, las condiciones técnicas del equipo también inciden en la calidad de la obra.
Cabe resaltar que suelen ofrecerse cursos y talleres de aerografía para aquellos que desean aprender a dominar esta práctica. El objetivo es que las personas sepan cómo manejar el aerógrafo y conozcan las diferentes posibilidades que brinda el aparato.
Orígenes
Varias versiones sostienen que los orígenes de la aerografía se remontan a la prehistoria. Por entonces, se cree que nuestros antepasados remotos empleaban tubos fabricados con bambú o huesos de animales para impulsar los pigmentos y pintar las paredes de las cavernas.
Ya en el siglo XIX, el ser humano comenzó a probar la técnica de atomización de tinta, que consiste en convertir un líquido a pequeñas gotas haciéndolo pasar a través de un hueco muy pequeño. Si bien durante décadas no lo consiguió, todo cambió cuando un joyero estadounidense llamado Abner Peeler dio con el primer prototipo funcional de lo que hoy en día llamamos aerógrafo. Fue en 1879, y el dispositivo se compuso de una cuchara pequeña, un aguja de coser, un destornillador modificado, tuberías de soldar, un trozo de metal y uno de madera. Todo esto, operado a través de un compresor de aire manual.
Peeler presentó su idea a mediados de 1881 y consiguió la patente un año más tarde. Si bien el diseño del aparato no era sofisticado ni tan fácil de manipular como los aerógrafos actuales, le permitió retocar imágenes mediante la técnica que nació junto con él, la aerografía, la cual se volvió muy popular una vez que llegó a manos del público. Ese mismo año, Charles & Liberty Walkup le compraron los derechos y poco después fundaron Rockford Airbrush Company, que permitió la comercialización del revolucionario producto.
Aplicaciones
Es posible apelar a la aerografía en distintos ámbitos. Hay quienes crean cuadros con esta técnica, tal como hacen aquellos que recurren a pinceles. Se conoce como body painting, por otra parte, a la rama del arte que usa el cuerpo humano a modo de lienzo, pudiéndose aplicar la pintura con un aerógrafo.
La aerografía además se emplea a nivel industrial. Su utilización es frecuente en el terreno de la industria automotriz, incluso para realizar tareas de restauración.
La operación del aerógrafo brinda una gran precisión y flexibilidad, incluso para objetos complejos.
Tipos de pintura
Como sucede con otros estilos y técnicas artísticas, la aerografía exige el uso de ciertos tipos de pintura. Esto depende del objetivo del artista para cada proyecto. Por un lado, se pueden usar las acrílicas, que destacan por su buena adherencia, ideales para ilustrar sobre objetos con formas complejos, desde camisetas hasta cascos de motocicleta. Se pueden comprar en cualquier tienda dedicada a las artes plásticas y el dibujo. Nótese que las marcas más recomendadas suelen tener precios elevados.
Para ahorrar un poco de dinero es posible rebajar la pintura acrílica con otras sustancias, aunque esto se recomienda únicamente para la aerografía sobre lienzo. También se pueden usar pinturas de base solvente, como ser la metálica o la de perlas. Para nivelar la superficie, eliminar la porosidad y mejorar su adherencia antes de pintarla se suelen usar productos como la resina o el spray de aparejo.
