Agregado es un adjetivo vinculado al verbo agregar, el cual permite nombrar a la acción de unir o juntar personas o cosas a otras similares; añadir algo a lo ya expuesto; o destinar a alguien a una oficina sin darle plaza efectiva.
Un agregado, en este marco, es un funcionario adscrito a una misión diplomática que se encarga de ciertos asuntos específicos, de los cuales es especialista. El agregado debe responder a la autoridad del embajador. Por ejemplo: “El agregado cultural de la embajada de Francia se ha entrevistado con el presidente para organizar un concierto público”, “Polémicas declaraciones del agregado comercial británico”, “El gobierno consideró como una ofensa la actitud provocadora del agregado militar de Eslovenia”.
Agregado militar
Más específicamente, se conoce con el nombre de agregado militar o de defensa al rango que un embajador asigna a alguien con especialidad en materias militares.
Generalmente la persona escogida suele ser un oficial del ejército, de la fuerza aérea o de la marina, que tenga la capacidad y la formación necesarias para desempeñar la mayor cantidad de funciones de los agregados naval, militar, policial y aéreo. El término attaché, proveniente del francés, es también utilizado para referirse a este concepto.
Otros usos del término
La noción de agregado puede extenderse hacia otros empleados que son adscritos a un servicio del cual no son titulares: “Estoy muy contento: me han nombrado profesor agregado de la cátedra”.
En otro sentido, un agregado es un conjunto de cosas que se consideran como un solo cuerpo, un grupo de partículas que interaccionan o cualquier agregación o añadidura: “Antes de amasar, tenemos que incluir un agregado de leche de soja, azúcar y colorante”, “Esta pintura tiene un agregado especial que le otorga propiedades impermeabilizantes”.
El valor agregado
Se conoce como valor agregado al valor que un proceso productivo añade a la materia prima y al capital fijo. Si un artesano compra una piedra en cien dólares y, tras pulirla y darle forma, la vende a ciento cincuenta pesos, dicho producto tiene un valor agregado de cincuenta dólares que se corresponde al trabajo añadido por la persona.
Desde otra perspectiva, se puede entender valor agregado como el conjunto de rasgos o características que se dan a un producto o servicio y que no resultan comunes, generalmente porque no forman parte de las ofertas de la competencia. Este recurso tiene por objetvio captar la atención del público, diferenciarse de los competidores e intentar ir un paso por delante de ellos en el mercado.
Algunos ejemplos
El concepto de valor agregado está presente en gran parte de los productos que compramos y de los servicios que contratamos a diario; veamos algunos ejemplos:
- Un centro comercial que ofrece a sus clientes un servicio de cuidado de niños sin coste adicional, con una serie de atracciones para el divertimento de los más pequeños;
- Tiendas que realizan los portes y las instalaciones de sus productos gratuitamente, así como el mantenimiento durante un período determinado de tiempo;
- Detergentes que, además de cumplir con su función principal en el lavado de la vajilla y los cubiertos, cuida la piel gracias a contener aloe vera.
El valor agregado, herramienta para diferenciarse
Dado el alto nivel de competitividad de la industria, ya no existe rubro dominado por una sola empresa; el valor agregado se ha convertido en una herramienta fundamental para marcar la diferencia, para intentar convencer a los consumidores de que no existe razón alguna para preferir a la competencia.
El riesgo de este recurso, sin embargo, reside en que ninguna de las ofertas sea del todo satisfactoria. Tomemos el caso de las tarjetas gráficas en la informática: cuando NVIDIA logró solucionar el problema de la sincronización vertical, AMD consiguió un considerable aumento en el rendimiento. La tarjeta gráfica ideal, pues, debería incorporar ambas novedades.