No se conoce con claridad cuál es el origen etimológico del término aguarrás. Los especialistas creen que podría proceder de la expresión latina aqua rasis, que se puede traducir como «agua de la pez».
Es importante mencionar que la pez es un producto resinoso generado a partir de la trementina. Cuando la pez se mezcla con estopa, se usa para calafatear (tapar las juntas) de aquellas naves construidas con madera.
Qué es el aguarrás
Retomando la definición de aguarrás, así se denomina a un aceite de trementina que se caracteriza por su volatilidad. La trementina, en tanto, es una secreción de árboles como el alerce, el abeto y el pino.
La trementina tiene un sabor picante, posee un olor intenso y presenta una consistencia pegajosa. En cuanto al aguarrás, es un aceite destilado de la trementina que se usa como disolvente de barnices y pinturas.
La composición química del aguarrás depende de la especie de árbol que produjo la trementina. Por lo general, se trata de una combinación de hidrocarburos de distintas clases.
El aguarrás es inflamable y tóxico. No puede mezclarse con el agua y, por sus características, debe manipularse con precaución y ser tratado como un residuo peligroso a la hora del descarte.
Clasificación según el tipo
Es habitual que se diferencie entre el aguarrás vegetal y el aguarrás mineral. El aguarrás clásico es el aguarrás vegetal: se produce a partir de la resina de coníferas.
El llamado aguarrás mineral, también conocido como white spirit, es un producto que deriva del petróleo. Suele ser una mezcla de hidrocarburos aromáticos, alicíclicos y alifáticos en diferentes porcentajes.
Cómo se obtiene el aguarrás
Para la obtención del aguarrás, primero se realizan incisiones en los árboles que permiten recoger la trementina. Luego, la trementina es secada y sometida al calor para lograr la separación de su esencia.
Los siguientes pasos consisten en el desarrollo de destilaciones para generar la pez y el aguarrás. Cabe resaltar que el aguarrás también se obtiene, como un subproducto, en el marco de la elaboración de celulosa cuando se emplean coníferas a modo de materia prima.
Sus usos
La utilización más frecuente del aguarrás es como diluyente de barnices y pinturas. Este elemento hace posible una reducción de la viscosidad de estas sustancias.
El aguarrás, por otra parte, actúa como decapante y se aprovecha en la limpieza de pinceles, brochas y rodillos. Incluso se usa para limpiar manchas de grasa.
El aguarrás y la salud
Por su toxicidad, el aguarrás es potencialmente peligroso ya que puede provocar diversos daños a la salud. En contacto con la piel, por ejemplo, puede producir una dermatitis atópica con enrojecimiento y picazón.
Si una persona inhala su olor penetrante durante un tiempo prolongado, asimismo, puede sufrir dificultades en la respiración y tos como consecuencia de la irritación de las vías respiratorias.
La ingesta de aguarrás, finalmente, genera desde dolores múltiples en diversas partes del cuerpo y quemaduras hasta vómitos, desmayos y convulsiones. En los casos más extremos, pueden aparecer lesiones neurológicas que no pueden revertirse.