El alojamiento web es el servicio de almacenamiento de los datos que son accesibles mediante Internet. Se trata del hospedaje de textos, fotografías, videos y otro tipo de documentos en un servidor.
Cabe destacar que alojamiento es el acto y el resultado de alojarse o alojar (albergar, guarecer). Web, por su parte, es la denominación que se utiliza para nombrar a la red informática de alcance internacional que permite el acceso a cierta información a través de Internet.
Qué es el alojamiento web
Debe tenerse en cuenta que un servidor es una aplicación que puede responder a las peticiones que realiza un usuario (cliente). Por extensión se conoce como servidor a la computadora que cuenta con esta aplicación capaz de dar respuesta a los clientes.
El alojamiento web, de este modo, implica el almacenamiento de información en un servidor, el cual “responde” a las peticiones que realizan los usuarios de Internet mostrando los datos en cuestión.
Un ejemplo
Dejando de lado las cuestiones técnicas y simplificando el concepto, se puede entender el alojamiento web (también llamado web hosting o simplemente hosting) como el espacio donde se almacenan sitios web y correos electrónicos.
Supongamos que una empresa que comercializa calzado deportivo desea contar con un sitio web en Internet. Una vez que tiene el sitio diseñado, debe contratar el servicio de alojamiento web para subirlo a la red y para lograr, a través de una dirección de Internet o dominio, que las personas puedan acceder a los contenidos.
Tipos de alojamiento web
Hay servicios de alojamiento web que son gratuitos, aunque ofrecen prestaciones limitadas (en cuanto al espacio para guardar la información o el tráfico de datos que permiten) y además exhiben publicidad en las páginas de sus clientes. Para sitios web profesionales, los especialistas recomiendan pagar por el alojamiento web y obtener un servicio más completo.
Una de las prácticas más comunes consiste en comenzar con un servicio de alojamiento gratuito mientras el sitio se encuentra en etapa de desarrollo, y recién pasar a uno pago cuando el proceso ha concluido. Cabe mencionar que esto no afecta en absoluto la compra del dominio, es decir, del nombre o la dirección del sitio: uno puede adquirirlo y usarlo para acceder a varios servidores a lo largo de la duración del contrato.
Por otro lado, pasar de un servidor a otro no es algo instantáneo ni fácil, aunque los profesionales de Internet lleva a cabo esta tarea con bastante frecuencia. Siempre pueden ocurrir problemas inesperados, tanto por parte de los equipos como del software y la información, y luego puede aparecer la incompatibilidad entre ciertas prestaciones de ambos servidores, pero nada de esto es más fuerte que las ventajas que puede ofrecer si el nuevo servicio es más completo y prometedor.
Otras cuestiones a considerar
Escoger un buen servicio de alojamiento web es, por lo tanto, un punto fundamental a la hora de desarrollar un sitio, ya que de sus características dependerá también su rendimiento y su éxito. Uno de los puntos fundamentales en la actualidad es la compatibilidad con los Sistemas de Administración de Contenidos (CMS), grupo en el cual entran Joomla, Drupal y WordPress, entre otros.
A diferencia de lo que ocurría en los años 90, época en la cual los programadores encaraban el desarrollo de las páginas desde el principio, hoy en día es muy común apoyarse en uno de estos poderosos conjuntos de scripts, ya que nos ahorran tiempo que podemos aprovechar en otros aspectos, como ser el diseño gráfico y la promoción comercial.
Otro concepto a tener en cuenta es el uptime, un término del inglés que hace referencia a la proporción de tiempo que el sitio permanece en línea. Lo normal es que las empresas ofrezcan un uptime del 99%, ya que es prácticamente imposible que se interrumpa el servicio una vez cada tanto.