Definición de

Ambición

Progreso

La ambición puede llevar a una persona a esforzarse para progresar.

El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define a la ambición como el deseo de obtener poder, riquezas o fama. El término procede del latín ambitĭo y puede utilizarse de manera positiva o con sentido negativo.

La ambición se considera como saludable cuando promueve la acción y el desarrollo de proyectos. La persona que es ambiciosa pretende conseguir algo que actualmente no tiene. El sujeto ambicioso, por lo tanto, desea mejorar, crecer o progresar. La ambición funciona en estos casos como un motor que invita a abandonar el conformismo y la mediocridad.

Por ejemplo: “Siempre tuve la ambición de jugar al fútbol de manera profesional y por suerte pude cumplir mi sueño cuando fui contratado por el equipo de mi pueblo para una gira interprovincial”, “Llenar estadios con mi banda de rock es mi mayor ambición”, “Esa noche había ganado mucho dinero en la ruleta y podría haberme retirado feliz: sin embargo, la ambición pudo más y seguí apostando hasta que marché sin nada en los bolsillos”.

Los peligros de la ambición

Debe existir un límite, sin embargo, para que esa ambición no se convierta en algo dañino o peligroso. Cuando el deseo es tan fuerte que la persona está dispuesta a violar las normas éticas o legales para concretarlo, la ambición se vuelve riesgosa ya que puede perjudicar a la propia persona o a terceros.

Suele considerarse que el estado más saludable para una persona es aquel donde la ambición actúa como disparador de acciones, pero dentro del marco de la coherencia y el respeto.

Señor Burns

La ambición puede provocar que un individuo viole las normas éticas y las leyes, como suele hacer el personaje de «Los Simpson» conocido como Sr. Burns.

El caso de Napoleón Bonaparte

Muchos son los casos a lo largo de la Historia que vienen a dejar patente como la ambición llevada a su máximo extremo trae consigo todo tipo de desastres y calamidades. Así, por ejemplo, podríamos destacar a Napoleón Bonaparte, el que fue emperador de Francia que tenía tanta ambición por convertirse en el dueño y señor de Europa que llevó a cabo todo tipo de ofensivas con tal de colonizar otras naciones.

El resultado de sus acciones fue que llegó un momento donde contó con más enemigos que aliados, propiciándose así una situación en la que su país fue duramente atacado y en la que él se vio en la necesidad de tener que abdicar. Pero aún hay más, al final acabó sus días desterrado en la isla de Santa Elena, donde murió.

La ambición de Eróstrato

De la misma forma, tampoco podemos pasar por alto la figura del pastor griego Eróstrato. Su ambición le llevaba a querer convertirse en una de las personalidades claves del momento, en un hombre reconocido y afamado en todo el mundo. La manera que tuvo de hacerlo fue llevando a cabo el incendio, en el año 356 a.C, del conocido Templo de Artemisa, que estaba catalogado como una de las Siete Maravillas del Mundo.

Ese afán de notoriedad y de hacer algo que supusiera que todo el planeta le conociera, supuso que dicho pastor fuera torturado hasta que confesó su acción. Fruto de ella existe hoy el término erostratismo, que se usa para hacer referencia a aquellas personas que tienen la manía de cometer actos vandálicos para conseguir fama.

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Cómo citar este artículo Publicado por Julián Pérez Porto y María Merino. Actualizado el 20 de diciembre de 2021. Ambición - Qué es, definición y concepto. Disponible en https://definicion.de/ambicion/
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