El término anglofobia se forma con el prefijo anglo- (que alude a “inglés”) y el sustantivo fobia (rechazo a algo o alguien). La anglofobia, por lo tanto, es una fobia que se experimenta frente a lo inglés.
Un rechazo arraigado
Quien tiene anglofobia siente asco o rechazo ante aquel o aquello que es originario de Inglaterra. Por lo general esta postura se refleja en una animadversión hacia la cultura inglesa o el pueblo de dicha nación.
Muchas veces la anglofobia se expande a nivel social a partir de acontecimientos históricos o de políticas aplicadas por las autoridades inglesas. Para las personas que no estén al tanto de los acontecimientos históricos que condujeron a ciertos países a sentir anglofobia, esta postura de rechazo puede parecer arbitraria o exagerada; y es que en la mayoría de los casos se trata de acontecimientos del pasado remoto, que no reflejan el accionar o las ideas de la Inglaterra actual sino del Imperio Británico.
Casos conocidos
En el caso de Argentina, existe una marcada anglofobia en buena parte de la sociedad por el conflicto que existe en torno a las Islas Malvinas, denominadas Falkland Islands por los británicos. De acuerdo a la posición del país sudamericano, las Islas Malvinas pertenecen a su territorio nacional por cuestiones históricas y geográficas, con lo cual deberían ser administradas por el Estado argentino. Los ingleses, en cambio, consideran que el archipiélago forma parte del Reino Unido por historia y, de hecho, gobiernan dicha región insular como un territorio británico de ultramar. En Argentina, la anglofobia se potenció luego de la guerra de 1982.
En Irlanda también hay una intensa anglofobia nacida por la dominación que ejercieron los ingleses durante muchos siglos y por la persecución motivada en razones religiosas. La anglofobia también aparece en Quebec, provincia canadiense de habla francesa que padeció las consecuencias de la conquista inglesa de Nueva Francia en el siglo XVIII.
Australia, por su parte, es uno de los países en los cuales la anglofobia se da de forma más marcada. A simple vista, dado que hablan el mismo idioma, comparten algunas costumbres y conducen a la derecha, puede parecer que son tierras afines. Sin embargo, no debemos olvidar que el Imperio Británico usó Australia como espacio para desterrar y encarcelar a los criminales convictos a lo largo del siglo XVIII, lo cual condujo a una invasión europea en detrimento de los aborígenes locales.
En el otro extremo tenemos a España, el país en el que menos anglofobia se puede apreciar de esta lista. Si bien existen ciertos hechos históricos alimentaron este rechazo, en la actualidad se adjudica especialmente al gran volumen de ingleses que visitan España con fines turísticos y, de acuerdo con numerosas denuncias, se comportan de manera poco respetable.
Antónimo de «anglofilia»
Si bien la anglofobia está muy extendida, tampoco debemos olvidar que existe un fenómeno opuesto, la anglofilia. Se trata precisamente de una admiración por la cultura o la gente inglesa. Así como ocurre con el anterior, éste término se usa en muchos países, aunque las característica particulares de cada manifestación sean diferentes. Por ejemplo, en Estados Unidos se usa para hacer referencia a la influencia inglesa que se puede apreciar en la Costa Este, Nueva York y Nueva Inglaterra.
Esto se refleja en diferentes ámbitos de la vida, como ser las costumbres de la sociedad, los negocios o la organización política, aunque también puede ser simplemente una admiración pura y espontánea. Algunas personas sienten un gusto tan profundo por todo lo relacionado con Inglaterra que lo prefieren a lo propio; por ejemplo, llegan a sentir que la cultura inglesa es superior a la suya. En otros casos, la anglofilia se manifiesta como un amor por la historia inglesa.