Apofonía es el cambio en el timbre vocálico que, a partir de la evolución fonética, se registra en palabras que comparten una misma raíz.
Fenómeno fonético
La apofonía es un fenómeno fonético que implica una modificación en la cualidad o la duración del sonido de la vocal que está en la raíz, sobre todo cuando dicha raíz tiene antes otra raíz o un prefijo.
Dicho de otro modo, este fenómeno fonético supone una alteración del timbre de la vocal de acuerdo al contexto. Se trata de una característica del latín que, en algunos casos, llegó al castellano por herencia.
En algunos casos, dichos cambios vocálicos pueden tener implicaciones gramaticales o semánticas, más allá de las fonéticas. La apofonía se puede manifestar de diferentes maneras, como cambios de vocales, adición o supresión de vocales, o cambios en la calidad o longitud de los sonidos vocálicos. Éstos pueden ocurrir en diferentes contextos, como en la conjugación verbal, la formación de plurales, la comparación de adjetivos y la derivación de palabras, entre otros.
Ejemplos
La apofonía se puede encontrar en varios aspectos de la lengua, como la conjugación verbal, la formación de plurales y la comparación de adjetivos. Todo esto se puede apreciar en los ejemplos que exponemos a continuación. Comencemos por dos verbos en el presente de indicativo: los verbos en español a menudo muestran apofonía en su conjugación en este tiempo, como se puede observar en el caso de cantar (infinitivo) / canto (primera persona singular) y dormir (infinitivo) / duermo (primera persona singular).
Por otro lado, podemos echar un vistazo a dos casos en los cuales la apofonía se da en las raíces verbales en la conjugación irregular: algunos verbos de nuestra lengua presentan cambios vocálicos en su raíz en ciertas formas verbales, como se puede apreciar en el caso de pedir (infinitivo) / pido (primera persona singular presente de indicativo) y cerrar (infinitivo) / cierro (primera persona singular presente de indicativo).
También la encontramos en los sustantivos que cambian al pasar de singular a plural: este tipo de apofonía se puede ver en cambios como el de hombre (singular) / hombres (plural) y pie (singular) / pies (plural). Con respecto a los adjetivos, se da al comparar sus grados, como ocurre con bueno (positivo) / mejor (comparativo) / el mejor (superlativo) y grande (positivo) / mayor (comparativo) / el mayor (superlativo).
Tomemos el caso del verbo latino “habere” (es decir, “tener”). En nuestro idioma dio lugar a palabras como “hábito” y “haber” (con una A después de la H), pero también a “prohibir” o “inhibir” (donde la A se transformó en I). La apofonía también aparece en procesos de formación de términos como el que registra “insulso” (que carece de sal): por este fenómeno, la noción correcta no es “insalso”.
Resulta fácil apreciar cómo funciona la apofonía en el idioma inglés si prestamos atención a lo que ocurre con “man” y “men”. “Man” es un sustantivo que hace referencia a un “hombre” (en singular), mientras que “men” constituye su plural (“hombres”). En este caso la apofonía llevó al reemplazo de la A por la E.
Etimología
La palabra apofonía proviene del griego antiguo apophónesis, compuesta por los términos apo que significa «de» o «lejos de», y phónos que se traduce como «sonido» o «voz».
Este término fue acuñado por lingüistas en el siglo XIX para describir un fenómeno que se encuentra en muchas lenguas, donde las vocales o sonidos vocálicos cambian dentro de una palabra para indicar diferentes formas gramaticales o significados.
Es importante destacar que la apofonía también es conocida como ablaut en la tradición lingüística anglosajona, aunque en la terminología académica se utiliza más comúnmente el término apofonía.