Asintomático es un término que se utiliza en la medicina para nombrar a algo o alguien que no presenta síntomas de enfermedad. Para entender mejor este concepto, por lo tanto, podemos ahondar en los principales vocablos de dicha definición.
Un síntoma (del latín symptoma) es un indicio o una señal de algo que ya está sucediendo o que va a suceder en el futuro. Se trata, en el ámbito médico, del fenómeno que revela la existencia de una enfermedad. Dicho fenómeno es narrado por el enfermo de forma subjetiva al advertir algo anómalo en su organismo. Cuando una persona se siente mareada o tiene náuseas recurrentes, por ejemplo, suele acudir al médico y expresarle esos síntomas para que el especialista proceda a revisarla en busca de algún signo clínico (la manifestación objetivable que advierte el experto).
Enfermedad, por su parte, es una afección que causa un cierto proceso y que deriva en un determinado estatus que altera el estado ontológico de salud de un ser vivo. El estado de enfermedad puede ser generado por factores (noxas) intrínsecos o extrínsecos al organismo.
Concepto de asintomático
Con estas dos nociones (síntoma y enfermedad) en claro, podemos retomar la definición de asintomático. Si un individuo acude al médico y le indica que cree padecer varicela, el experto puede indicarle que su cuerpo se muestra asintomático respecto a dicha afección, ya que no tiene la clásica erupción ni el sujeto ha experimentado dolor de cabeza o fiebre. También se puede decir que un individuo es asintomático cuando se ha recuperado de un trastorno y ha dejado de presentar síntomas.
Otro uso del término aparece cuando una enfermedad no genera síntomas que puedan ser advertidos por el paciente. Se dice, en este sentido, que una enfermedad es asintomática cuando sólo se advierte a partir de un estudio, sin que la persona sienta nada extraño en su cuerpo.
Enfermedades y trastornos de este tipo
A continuación se presentan algunas de las enfermedades y condiciones consideradas asintomáticas, aunque algunas de ellas comienzan a hacerse evidentes una vez pasadas las etapas iniciales.
Aneurismas
Los aneurismas son ensanchamientos de las paredes arteriales. Cuando crecen existe la posibilidad de que se rompan y provoquen una peligrosa hemorragia y, en algunos casos, la muerte. Por lo general, los aneurismas tienen lugar en la aorta (la arteria principal que comienza en el corazón y llega al pecho y el abdomen), aunque también pueden encontrarse en el cerebro y el corazón, entre otras posibilidades.
Antes de presentar síntomas, los aneurismas pueden crecer y desarrollarse; en el caso de los cerebrales, si se rompen, ocurre un derrame. Los médicos pueden detener la ruptura si consigue detectar el problema y tratarlo a tiempo, tanto a través de fármacos como de cirugía.
Glaucoma
El término glaucoma representa un grupo de trastornos que pueden causar daño al nervio óptico y es la causa más importante de pérdida total de visión en Estados Unidos. Suele tener lugar cuando crece la presión del líquido que se halla dentro del ojo hasta lesionar el nervio. Lo más común es que no haya síntomas durante la etapa inicial.
Cuando no se trata a tiempo, los afectados pierden la visión periférica (hacia los lados) y, más adelante, suelen quedarse ciegos. A pesar de ser un problema asintomático, es posible detectarlo a través de un examen integral del ojo.
Hipertensión arterial
La fuerza que la sangre ejerce contra las paredes arteriales se conoce con el nombre de presión arterial. Cuando sus valores superan un cierto límite se da la hipertensión arterial, y lo normal es que no presente síntomas, aunque sí puede acarrear serias afecciones, como ser insuficiencia cardíaca, derrames cerebrales, insuficiencia renal e infartos.
Controlar la presión arterial es posible a través de una vida saludable y, en algunos casos, del consumo de ciertos medicamentos.