Avenencia es una noción que procede de avenir: acordar, acontecer. Avenencia, por lo tanto, es un acuerdo, un arreglo o un convenio que puede tener distintos alcances de acuerdo al contexto.
En su sentido más amplio, la avenencia supone que dos o más partes brinden su conformidad respecto a algo. En el terreno específico del derecho, una avenencia es el acuerdo que alcanzan las partes en litigio antes de la emisión de la sentencia del juez o del tribunal. Cicerón siempre daba la recomendación de apelar a la avenencia de los litigantes, sin importar que ello acarrease el sacrificio de alguno de sus derechos; se basaba en que de este modo tenía lugar una expresión de generosidad que a veces podía ser beneficiosa para ambas partes.
Un refrán
El conocido refrán «más vale mala avenencia que buena sentencia» está relacionado con dichas ideas de Cicerón y puede interpretarse de la siguiente manera: a veces es preferible la transigencia que dejar en manos de la Justicia la toma de decisiones, ya que incluso cuando la sentencia le convenga a una de las partes acarrea una gran inversión de dinero y tiempo. Además, la avenencia en un caso como éste puede servirnos para recordar que no siempre ha existido un sistema organizado que velase por nosotros y que, por lo tanto, no deberíamos depender de él.
Continuando en este mismo contexto, la avenencia se establece cuando las partes están dispuestas a resignar ciertas cuestiones para establecer el convenio que los une. Si permanecen intransigentes, deberán aguardar hasta que llegue el fallo de la Justicia, que puede ser favorable o desfavorable. Más allá de esto, esperar la conclusión del proceso legal puede significar un importante desembolso de dinero, además de demandar mucho tiempo.
Avenencia en el lenguaje cotidiano
En el lenguaje cotidiano, la idea de avenencia se vincula a la conformidad o la aceptación. Por ejemplo: «Con la avenencia del dueño de la empresa, los trabajadores se retiraron más temprano para ir a celebrar a la plaza», «¿Cómo se te ocurre salir de viaje sin mi avenencia? ¡Aún eres menor de edad!», «Lo siento, pero no puedo publicar la investigación sin la avenencia del editor».
Cuando alguien brinda la avenencia a algo o alguien, está dando su aprobación o manifestando su beneplácito. Si una persona comenta que un adolescente asistió a un concierto de rock con la avenencia de sus padres, hace referencia a que el joven contó con la autorización de sus progenitores para disfrutar el espectáculo en cuestión.
Actos de conciliación
El concepto de avenencia también está vinculado al de actos de conciliación, los cuales solamente pueden tramitarse ante los Juzgados de Paz o de Primera Instancia del domicilio de la persona demandada. Si esta última es una persona jurídica, entonces también tendrán competencia los del domicilio de la otra parte (es decir, del demandante), aunque para ello es necesario que allí se encuentre una oficina, sucursal o delegación con atención al público y que no perjudique la competencia pertinente del litigio.
El acto de conciliación se desarrolla de la siguiente forma:
- El demandante comienza haciendo la exposición de su causa y manifiesta todos los fundamentos con los que cuente para apoyar su reclamación.
- El demandado contesta de la forma que considere adecuada. Así como la otra parte, tiene la posibilidad de exponer las pruebas que fundamenten sus declaraciones;
- Luego de la contestación, si así lo desean los interesados, pueden replicar y contrarreplicar.
- Si no hay avenencia entre el demandante y el demandado, el Juez de Paz o el Secretario judicial intentarán avenirlos.
- En el caso de no llegar a una avenencia por ningún medio, entonces el acto se da por terminado.
- Si alcanzan la avenencia, intervienen nuevamente el Juez de Paz o el Secretario judicial para dar su aprobación y acordar que se proceda al archivo de los documentos.