El bajo relieve es la técnica del arte consistente en la creación de figuras que emergen mínimamente de su plano. La noción también es mencionada como bajorrelieve.
Antes de avanzar, es interesante conocer el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma al concepto:
- Bajo procede del latín bassus.
- Relieve también deriva del latín. En su caso, es fruto de la suma de dos componentes claramente delimitados: el prefijo re-, que significa “hacia atrás”; y el adjetivo levis, que puede traducirse como “de poco peso”.
Cabe destacar que el término bajo tiene múltiples usos: puede referirse a aquello de escasa altura, que se ubica en un sitio inferior o que se encuentra a poca altitud, por citar algunas acepciones del concepto. Relieve, por su parte, es una figura o una forma que sobresale de un plano.
Características del bajo relieve
El bajo relieve surgió en la antigüedad en Egipto, donde artistas los creaban en las paredes de los templos. Tras el tallado, era habitual que la obra se pintara con varios colores.
Las esculturas hechas en bajo relieve se desarrollan a través de remarcar los contornos de una figura. También se suele rebajar el muro para lograr un efecto visual de tipo tridimensional. Como resultado del bajo relieve, las figuras sobresalen un poco del fondo de la obra.
Distintas técnicas
De acuerdo al grado de relieve, es posible hablar de distintas técnicas. Mientras que en el bajo relieve las figuras sobresalen muy poco del fondo, en el medio relieve sobresalen cerca de la mitad del volumen. Cuando las figuras emergen aún más, la técnica se conoce como alto relieve.
Otras opciones son el relieve hundido (solo se perfila el contorno de la figura) y las técnicas conocidas como medio bulto y bulto redondo (la figura es representada en su proporción natural o casi en esta proporción).
Ejemplos de bajo relieve
Existen muchos bajo relieves o bajorrelieves de trascendencia que han pasado a ser referentes dentro de la historia del arte. Por ejemplo:
- El de Horus y Sobek en el templo egipcio de Kom Ombo.
- El que existe en el templo hinduista de Angkor Wat (Camboya) y que viene a representar a un demonio golpeando el abdomen de una mujer.
No obstante, no hay que pasar por alto que entre los bajorrelieves más relevantes se encuentran los que se llevaban a cabo por los romanos en sus templos cuando decidían apostar por el llamado orden arquitectónico corintio, caracterizado por las hojas de acanto. En concreto, aparecían en los frisos de dichos templos.
Por el contrario, en templos griegos clásicos donde se optaba por realizar frontones de ese tipo lo que se procedía a establecer eran altorrelieves. Uno de los mejores ejemplos de esto último que exponemos es el famoso Partenón, situado en la Acrópolis de Atenas.
Más allá del terreno de la escultura, el bajo relieve aparece en el tallado de madera, en el troquelado de las monedas y hasta en la fotografía (a través de una manipulación del negativo y el positivo de una misma imagen).