Un bongó es un instrumento musical cuyo origen se encuentra en la región caribeña. Se trata de un cilindro o cono de madera que, en su parte superior, está cubierto por cuero.
Características del bongó
Cada bongó se forma con dos de estos tambores. La boca superior presenta un diámetro más grande que la inferior: el cuero que cubre la abertura de arriba se coloca tenso para que, al ser golpeado, genere el sonido característico de este instrumento, mientras que la boca inferior se deja descubierta.
Los dos tambores del bongó, que tienen diferente tamaño, están unidos entre sí mediante un puente de madera.
En cuanto al aspecto técnico, el bongó es un instrumento de percusión ya que, para que suene, es necesario golpearlo. Pero más precisamente se trata de un instrumento de percusión de membrana, también conocido como membranófono, debido a que su vibración se genera gracias a la presencia de una membrana tensa (en el caso específico del bongó, el parche de cuero que recubre la abertura superior).
Su ejecución
El bongosero -es decir, quien toca el bongó- suele sentarse y colocar el bongó entre sus rodillas, de manera tal que el tambor más pequeño (el cual ofrece un sonido más agudo) quede a su izquierda.
Lo habitual es que el bongó se toque con las manos. De todos modos, también pueden percutirse con baquetas.
Tipos y usos
Actualmente no solo existen los bongós de madera. También pueden encontrarse bongós de metal, bongós de cerámica y bongós de fibra de vidrio, por ejemplo.
Hoy en día el bongó goza de popularidad en todo el mundo y llegó a numerosos géneros musicales. De todos modos, por lo general su uso se da sobre todo en la bachata y la salsa.
Aprender a tocar el bongó
No debemos subestimar el bongó por ser un instrumento de percusión, frente a otros más complejos, como ser el piano o el violín, porque la percepción del ritmo es fundamental para tocarlo con éxito, y no todos la contamos entre nuestras cualidades. Si bien es cierto que con mucho trabajo podemos derribar algunas de las barreras de nuestras limitaciones, la falta de musicalidad es sin duda una de las más difíciles. Por lo tanto, el primer paso para embarcarse en el aprendizaje es asegurarnos de ser capaces de acompañar una melodía.
Luego llega el momento de escoger el tipo adecuado, en este caso refiriéndonos al tamaño del bongó. Esta propiedad es inversamente proporcional a la altura del sonido que produce: cuanto más grande, más grave es su sonido, al igual que sucede con las cuerdas. Por otra parte es necesario aclarar que los más grandes suelen tener un rango mayor de notas que los pequeños. Para dar los primeros pasos se recomienda uno pequeño.
El material del bongó es otro punto a tener en cuenta antes de empezar, ya que esto afecta completamente las cualidades de su sonido, el timbre e incluso la duración de las notas. El más usado es la madera, pero esto depende en gran parte del origen geográfico del instrumento, por lo cual se aconseja decidir el estilo y luego orientarse por el material más usado para su ejecución.
Un aspecto que suele generar malas decisiones a la hora de comprar el primer bongó, o cualquier intrumento para aprender por primera vez, es la calidad. ¿Deberíamos comprar un bongó de nivel profesional para evitar una segunda inversión económica cuando comencemos a dar conciertos, o uno básico por si nunca llegamos a tal punto? Ambas opciones son posibles, y nadie puede responder dichas preguntas desde el inicio. Ante la duda, es mejor uno a mitad de camino.