El colombiano Gabriel García Márquez es uno de los referentes del Boom latinoamericano.
Se llama boom al auge o apogeo de algo, generalmente producido de una manera súbita. El adjetivo latinoamericano, en tanto, refiere a aquello vinculado a América Latina: la región formada por los países de América donde se hablan lenguas que derivan del latín (sobre todo, portugués o español).
La idea de Boom latinoamericano, en este marco, alude a un fenómeno que empezó a desarrollarse en la década de 1960 y se extendió hasta mediados de los ’70, cuando libros de un conjunto de autores de Latinoamérica consiguieron una amplia repercusión a nivel mundial. Puede decirse que el Boom latinoamericano se asocia a la popularidad de varios autores jóvenes o de mediana edad de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y otras naciones latinoamericanas en países europeos y de otros continentes.
TemasOrígenes del Boom latinoamericano
Los especialistas reconocen múltiples causas que influyeron en el estallido del Boom latinoamericano. Por un lado, varios escritores coincidieron en la creación de obras experimentales y con un alto contenido político o social que escaparon de la tradición local.
El contexto político, de hecho, resultó clave. La Revolución cubana y la instauración de dictaduras militares en distintos países provocó un clima de agitación que llamó la atención en el plano internacional y que diversos literatos usaron, de una forma u otra, como inspiración en su escritura.
En lo que respecta a cuestiones de mercado, el Boom latinoamericano fue posibilitado e impulsado por editoriales europeas que, por primera vez, decidieron lanzar y distribuir libros de escritores argentinos, chilenos, etc., en el Viejo Continente. Entre estos sellos se destacaron aquellos con sede en Barcelona.
El realismo mágico suele estar presente en las obras del Boom latinoamericano.
Antecedentes, primeras obras y auge
Antes del comienzo del Boom latinoamericano, hubo escritores que contribuyeron a sentar las bases del posterior fenómeno con relatos que presentaban elementos de la crítica social, factores psicológicos y componentes propios de la fantasía. Alejo Carpentier, Jorge Amado, Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato, Juan Carlos Onetti y Miguel Ángel Asturias suelen mencionarse en este grupo.
En cuanto a las obras que marcaron el inicio del Boom latinoamericano, entre las más nombradas aparecen «La ciudad y los perros» de Mario Vargas Llosa y «Rayuela» de Julio Cortázar, ambas publicadas en 1963. Otros analistas se remontan más atrás (señalando a «Hijo de hombre» del paraguayo Augusto Roa Bastos, por mencionar un caso) y hay quienes incluso citan libros previos de los mencionados Asturias, Onetti y Sabato.
Hay un cierto consenso, por otro lado, sobre que el Boom latinoamericano tuvo como principales referentes a Cortázar, Vargas Llosa, Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes. El máximo esplendor llegó en 1967, con la entrega del Premio Nobel de Literatura a Asturias y el suceso comercial de «Cien años de soledad» de Gabo, también posterior ganador del Nobel.
Principales características literarias del Boom latinoamericano
Muchas veces se asocia el Boom latinoamericano al realismo mágico. García Márquez, Fuentes y Amado cultivaron este estilo, que tuvo entre sus precursores a Asturias, Arturo Uslar Pietri y Juan Rulfo. El realismo mágico incluye contenidos fantásticos que se perciben como normales.
Los libros del Boom latinoamericano también suelen presentar historias que giran en torno a dictadores, caudillos y líderes autoritarios. Por lo general, los personajes mantienen ciertos nexos con la realidad histórica de la región.
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