La etimología del término burdo es dudosa, aunque se cree que procede del vocablo del latín tardío burdus (que se traduce como “bastardo”). Burdo es un adjetivo que hace referencia a aquel o aquello que resulta grosero, inculto, torpe o bruto.
Por ejemplo: “El proyecto presentado por el oficialismo es un burdo intento para obtener impunidad”, “El diario local publicó una fotografía en su portada que no es más que un burdo montaje”.
De la misma manera, no podemos pasar por alto la existencia de una expresión que se utiliza de forma habitual en el castellano. Nos estamos refiriendo a lo que se conoce como “burda mentira”. La misma se utiliza para poder expresar que una mentira no solo lo es sino que, además, cae en la posibilidad de ser calificada como carente de lógica, torpe o simple.
Así es muy frecuente encontrar esa expresión en la prensa recogiendo las opiniones y afirmaciones de políticos, por ejemplo, en alusión a las críticas que se les han realizado desde los partidos contrarios.
De la misma manera, hay que establecer que ese adjetivo se puede utilizar para poder expresar el carácter o el comportamiento de una persona en un momento determinado. Un claro ejemplo de ello serían las siguientes frases: “El dependiente de la tienda fue realmente burdo en la atención que nos ofreció” o “El marido de la vecina es totalmente burdo en su trato con ella y con cualquier persona que se encuentra en su camino”.
Por lo general se califica como burdo a algo que, de acuerdo a una cierta visión, es evidente u obvio. Supongamos que un actor y una actriz que protagonizan una película comienzan a mostrarse juntos como pareja. De pronto, los fotógrafos y los reporteros encuentran a ambos cenando en restaurantes, compartiendo paseos y besándose en público. Aunque hay personas que creen en el amor de la pareja, para otras se trata de una burda campaña de promoción para que toda la gente hable del filme que acaba de estrenarse. Al iniciar una relación sentimental, los protagonistas de la película en cuestión tienen asegurada su presencia en las revistas y en los programas de espectáculos.
Además, tampoco hay que pasar por alto el hecho de que en algunos países, fundamentalmente de América como sería el caso de Venezuela, se utiliza el término burda con otro significado. En concreto, se emplea como sinónimo de mucha cantidad. Un buen ejemplo para entender este uso puede ser esta oración: “Lo siento pero no puedo aceptar el postre que me ofreces. Ya me has dado has dado burda de comida y estoy lleno”.
Un partido de fútbol donde abundan los errores y el juego brusco, por otra parte, puede ser definido por un periodista como burdo. En este caso, la idea se refiere a la torpeza demostrada por los jugadores y a la falta de estética o de creatividad que se evidenció en el desarrollo del juego.
