
A la semilla del cafeto se la conoce como café.
El café es el nombre de la semilla del cafeto, un árbol que crece naturalmente en territorio etíope y que pertenece al grupo de las rubiáceas. El cafeto posee entre cuatro y seis metros de alto, presenta hojas opuestas de tonalidad verduzca, sus flores son blancas y sus frutos se exhiben en baya roja.
La semilla de este árbol, es decir, el café, suele medir cerca de un centímetro, siendo plana por una parte y convexa por la otra, con un surco longitudinal. Su color es amarillo verdoso.
La etimología del vocablo café deja al descubierto un extenso recorrido que comienza con el árabe clásico qahwah, continúa con el turco kahve y llega hasta el italiano caffe, antes de adquirir la forma que lo distingue en el idioma español.

El café como infusión
Por extensión del término, se conoce como café a la bebida que se elabora mediante la infusión de esta semilla tostada y molida. Se trata de una bebida socializadora, ya que las personas suelen reunirse en torno a la práctica de beber café.
En este sentido, el café es una excusa para las reuniones sociales y la conversación. Por ejemplo, la frase «Hoy fui a tomar un café con María» trasciende su significado explícito debido a que supone que la persona en cuestión mantuvo una charla con María.
A la hora de hablar de café no podemos pasar por alto que existen varios tipos de este producto y que se determinan en base al lugar de donde se producen. Así, por ejemplo, tenemos el café americano que es el que produce en Brasil y Caribe; el árabe que procede de Yemen y que se caracteriza por su sabor a fruta y por su alta calidad; el de Asia y el de Hawái, que tiene un sabor ácido.

Es habitual combinar café con leche.
Formas de preparación
Además de esta clasificación también podemos catalogar el café en base a su forma de preparación. Veamos algunas de las clases más conocidas o consumidas en todo el mundo:
- Café con leche. Es el que se elabora a partir de una parte de café expreso (se realiza con cafetera express) y dos de leche.
- Café vienés. Esta bebida se elabora con un alto porcentaje de café al que luego se le añade un poco de leche batida y chocolate.
- Café moca. Este se realiza haciendo uso de la mezcla, a partes iguales, de café, leche y chocolate.
- Café cortado. Es un café expreso al que se le añade unas gotitas de leche.
- Café capuchino. Se elabora a partir de proporciones a partes iguales de leche, espuma de leche, café expreso y unos trocitos de chocolate.
- Café bombón. Es el fruto de la unión de dos partes de café y una de leche condesada.
A grandes rasgos estas infusiones se encuentran entre las más consumidas, aunque también se puede llevar a cabo otra clasificación en base al dispositivo que se utiliza para elaborar el café. En este sentido pueda hablarse de café expreso, café de puchero o café de cafetera de goteo, por ejemplo.
El café como establecimiento y como color
Por otra parte, se conoce como café al establecimiento donde se comercializa y se ingiere esta bebida, así como también otras consumiciones: «Nos encontramos a las cinco en el café de Mario», «Esta mañana desayuné en el café de la esquina».
Por último, en algunos países se describe como café a una tonalidad del color marrón.
Palabra de experto
El colombiano César Augusto Echeverry Castaño es un campesino cafetero de cuarta generación. Ingeniero agrónomo y consultor, es autor de «Historia del café», una pentalogía donde cuenta desde el origen del cafeto hace millones de años hasta la importancia actual de la infusión.
Conversamos con este especialista sobre el café y la caficultura:
– ¿Qué enseñanzas te ha dejado la elaboración de los libros de «Historia del café»?
El investigar, analizar y escribir la historia del café me ha permitido comprender la grandeza y trascendencia que esta planta y su cultivo han tenido en la simbiosis coevolutiva de la humanidad, siendo partícipe de las principales revoluciones sociales y tecnológicas de nuestras sociedades y siendo un instrumento de progreso, desarrollo y prosperidad para millones de familias campesinas del mundo.
César Augusto Echeverry Castaño
– ¿Cómo son los pasos o las etapas que se desarrollan hasta llegar a deleitarse con un café de primerísima calidad?
Para lograr servir y degustar de un exquisito café se requieren de por lo menos 36 meses, 33 procesos claves y unos 250 puntos críticos de control, donde intervienen objetivamente 30 actores o más para que nuestro consumidor pueda percibir en su paladar, mente y corazón este esfuerzo colaborativo y satisfacer su apetito de una bebida de alta calidad.
César Augusto Echeverry Castaño
– ¿Cuáles fueron tus motivaciones para sumergirte en el mundo de la caficultura? ¿Qué desafíos plantea esta actividad?
Yo soy bendecido en ser cafetero de cuarta generación familiar; desde mi bisabuelo hemos logrado adquirir y asumir conocimientos y adaptar nuestros ecosistemas para producir y servir con nuestro trabajo a fomentar la caficultura.
El desafío generacional que tenemos es realizar gestión del conocimiento para la innovación, para la agregación de calidad al café y a su caficultura y para avanzar efectivamente hacia la sostenibilidad multidimensional territorial.
César Augusto Echeverry Castaño