El concepto de canto, que proviene del vocablo latino cantus, refiere al acto y la consecuencia de cantar: esta acción, que puede ser desarrollada por un ser humano o un animal, consiste en generar sonidos que resultan melodiosos y, por lo general, agradables al oído de las personas.
Por ejemplo: «Mi hija toma clases de canto desde los diez años», «Amo despertarme con el canto de los pájaros que se posan sobre mi ventana», «Los integrantes de la tribu acompañan el ritual con cantos y bailes».
Tipos de canto
En el caso de los seres humanos, el canto se desarrolla emitiendo, de manera controlada, sonidos que se producen con el aparato fonador. El canto se genera a través de la voz y permite incorporar palabras a una composición musical.
Existen diferentes tipos de canto. El canto lírico implica la puesta en práctica de distintas técnicas para cantar obras de música clásica o culta. El canto popular, en cambio, apunta a la interpretación de canciones de géneros musicales masivos.
Se denomina canto gregoriano, por otra parte, a la voz que se utiliza en liturgias católicas. Este es un canto llano: monódico y que suele realizarse a capela.
El aprendizaje
El estudio de la técnica vocal es una de las tareas más complejas de la música académica, en gran parte por la imposibilidad de ver el aparato fonador (el grupo de órganos que tienen la tarea de producir y ampliar el sonido, así como el lugar en el cual el aire se convierte en sonido cuando pasa por las cuerdas vocales).
Mientras que los pianistas, los violinistas y los saxofonistas, por ejemplo, pueden aprender de sus maestros y compañeros de profesión a través de la observación y la imitación del movimiento de sus manos y de su postura, los cantantes no pueden ver qué hacen los demás con sus cuerdas vocales, razón por la cual deben confiar en que han comprendido bien las indicaciones técnicas relacionadas con la respiración y la colocación de la voz.
Esta diferencia repercute en que el umbral para convertirse en cantante profesional sea más difícil de cruzar, ya que muchos no logran comprender los rudimentos del canto y se rinden demasiado pronto. Por otro lado, no debemos olvidar la importancia de tratar las cuerdas vocales con responsabilidad: una técnica deficiente puede provocar daños irreversibles.
La respiración en el canto
La respiración es la base del canto, aunque sobra decir que se trata tan sólo de una de las partes fundamentales ya que debe complementarse con la colocación y la articulación. Respirar bien significa aprovechar al máximo el aire para hacer frente a largos pasajes musicales sin necesidad de inspirar constantemente.
Además del buen aprovechamiento del aire, con una respiración adecuada la persona debería sentir que «acaricia» las cuerdas vocales, de manera que nunca ejerza sobre ellas una presión excesiva. El canto lírico pone especial énfasis en todos los aspectos técnicos, en parte porque la ejecución de las obras (algunas de las cuales poseen un grado de dificultad muy alto) no puede realizarse con mucha libertad, sino que debe reflejar claramente lo plasmado en la partitura, y para ello es necesario un gran control de la voz.
Otros usos del concepto
Las aves, por otro lado, utilizan el canto para comunicarse. Pueden cantar para dar algún aviso o para cortejar, por citar dos posibilidades. Para las personas, escuchar el canto de las aves suele resultar placentero.
También se llama canto a una composición de poesía (como un canto guerrero); a la exaltación que se lleva a cabo de algo o de un individuo («Esta historia es un canto a la vida»); a la punta o extremidad de algo (el canto de una mesa); y al lado que, en un cuchillo o arma blanca, resulta opuesto al filo.