Capacete es un término que tiene varios usos dependiendo de la región. El diccionario de la Real Academia Española (RAE), sin embargo, reconoce una única acepción del concepto.
Para la RAE, se llama capacete a la pieza que permitía la protección de la cabeza en una armadura antigua. El origen etimológico de la noción se halla en el vocablo francés cabasset.
El capacete en la Edad Media
Siguiendo con esta definición, puede decirse que el capacete era un casco: una cobertura de la cabeza que servía de resguardo frente a golpes, minimizando las lesiones. El capacete formaba parte del conjunto de elementos defensivos conocido como armadura.
En concreto, se trataba de un casco abierto similar al morrión (que se usaba para la cobertura de la zona superior de la cabeza y habitualmente presentaba un adorno en su parte de arriba), aunque no tan achatado sino con un diseño más bien curvo. El capacete surgió en el final de la Edad Media, siendo creado en el territorio español.
Gracias a sus alas, el capacete no solo protegía de impactos procedentes desde arriba, sino que también preservaba la visión de los rayos solares. Se integraba en el yelmo con la visera (que salvaguardaba el rostro) y con la babera (resguardaba las mandíbulas, la barbilla y la boca) y además solía complementarse con el gorjal (el cual cubría el cuello).
Formas y uso
El capacete podía tener forma de pera, almendra o cuenco. Por lo general, en su borde superior, contaba con una punta. En ocasiones también presentaba ribetes o se encontraba grabado.
Se estima que el capacete se utilizó entre la mitad del siglo XV y el final del siglo XVII, especialmente en España y en Italia. Los miembros de la caballería, la infantería y la piquería solían usarlo como parte de su armadura.
Capacete en la electricidad
En el ámbito de la electricidad, se denomina capacete a una pieza cuya finalidad es impedir que ingrese agua a una caja de medidores y al ducto de una acometida, facilitando también el alumbrado de la misma. Además pueden emplearse con el mismo fin en redes subterráneas de distribución.
Los capacetes constan de un soporte con rosca, una caperuza y un caucho protector resistente al aire libre. Habitualmente están en condiciones de soportar vibraciones y esfuerzos mecánicos leves, tolerando la acción del viento, por ejemplo.
Una parte del automóvil
En su sentido más amplio, un automóvil es un vehículo motorizado que no necesita carriles o vías para desplazarse. Los coches y las camionetas, en este marco, son automóviles.
En algunas regiones, se llama capacete a la capota o el techo de un automóvil. Este elemento forma parte de la estructura del medio de locomoción, integrándose a lo que se conoce como carrocería.
El capacete posibilita el “cierre” del habitáculo, cubriendo la parte superior del automóvil. En los modelos cabriolet o descapotables, el capacete puede desmontarse.
Capacete en portugués
Es interesante mencionar, por último, que capacete es la palabra en portugués que hace referencia a un casco.
Capacete y casco, por lo tanto, son equivalentes. Mientras que en español se habla de casco, la misma idea en portugués se menciona como capacete.