Cara es un concepto que se utiliza con referencia a la parte delantera de la cabeza de un ser humano y de ciertos animales. La cara, por lo tanto, se extiende desde el mentón hasta la frente.
Por ejemplo: «El delincuente que asaltó el banco ocultaba su cara con un pañuelo», «Mi sobrino se quemó la cara con una vela», «¿Quién es esa joven? Su cara me resulta familiar».
Por extensión, se llama cara al semblante de un sujeto. La idea de cara, de este modo, puede referirse a la representación de un cierto estado anímico en el rostro: «Cuando le dije a Juan que no podríamos ir a la fiesta, puso mala cara», «¡Estoy fascinado con este bebé! No puedo creer que se despierte siempre con buena cara».
Cuidado de la piel de la cara
Con respecto a los cuidados de la piel del rostro existen muchas tendencias, que van desde la negligencia absoluta (gente que ni siquiera se lava la cara mientras se ducha) hasta quienes no la dejan descansar ni un día, sometiéndola a un sinfín de tratamientos que buscan hidratarla y renovarla. Como siempre, lo más aconsejable es encontrar un punto medio y para ello existen muchos trucos y consejos.
Los baños de vapor son sencillos de preparar y no requieren materiales raros: basta con hervir una olla de agua y echarle unas hojas de tomillo o romero, o bien una gota de aceite esencial de tomillo o romero. Cuando el agua alcanza el hervor, debemos bajar la temperatura al mínimo, inclinarnos de modo que nuestra cara quede mirando directamente el agua y permanecer en esta posición aproximadamente un cuarto de hora, para que el vapor abra nuestros poros y nos ayude a limpiar la piel.
La exfoliación es otra técnica que suelen usar quienes buscan el cuidado máximo de su rostro. Existen muchas formas de exfoliar la piel de la cara, con diversos grados de «agresividad»; por esta razón, para quienes recién comienzan se recomienda optar por esponjas vegetales, que se usan para masajear el rostro suavemente durante el baño, y no pueden causar daños.
Otros usos del término
Cara, por otra parte, puede ser la apariencia, el aspecto, el talante o una faceta de algo: «El proyecto tiene varias caras interesantes», «Este restaurante no tiene buena cara, mejor vayamos a otro lugar».
El frente de un edificio o su fachada también se denomina cara, al igual que la superficie de determinados elementos: «Al Ministerio de Economía le pintaron la cara de blanco», «Voy a escribir en la otra cara de la cartulina».
En el ámbito de la geometría, las caras son los planos que limitan o componen un poliedro. Un dado, por citar un caso, tiene seis cuadrados como caras.
Tener dos caras
Partiendo de su significado en la geometría, existen algunas frases hechas que usan el concepto de cara de un objeto para hacer alusión a la dualidad o a la importancia de analizar las situaciones desde varios puntos de vista. Por ejemplo, cuando se habla de «las dos caras de la moneda» se hace referencia a que un mismo tema puede ser analizado de dos formas diferentes.
Cuando se aplica esta idea a los seres humanos, está claro que se hace de forma metafórica ya que físicamente tenemos una sola cara, al menos si la entendemos como «rostro». Por lo tanto, cuando se dice que alguien «tiene dos caras» el significado de la frase es que se trata de una persona falsa, que esconde algo, que no es sincera con los demás y de la cual no conviene fiarse.
Valor o precio elevado
La noción de caro o cara, por último, se usa para aludir a aquello que tiene un precio, un coste o un valor que se considera elevado:
«Ten cuidado con esa joya, es muy cara» y «La carne está cara, vamos a tener que empezar a comer más pasta» son expresiones que muestran este uso.