Un casillero es un mueble que, gracias a contar con divisiones, favorece la clasificación y el almacenamiento de diferentes elementos. El término proviene de casilla, concepto que puede referirse a un compartimento.
Por lo general, se menciona como casillero al armario que permite guardar pertenencias en un lugar público. Lo habitual es que estos armarios se construyan en bloques y que se ubiquen uno junto a otro, formando un conjunto.
Usos de un casillero
Los casilleros presentan espacios individuales para que distintas personas puedan dejar temporalmente objetos de su propiedad. Cada uno de estos espacios cuenta con una puerta que puede cerrarse con llave o con otro mecanismo.
Muchas veces hay casilleros (también llamados lockers) en los vestuarios. Así, quienes se cambian para practicar algún deporte, pueden guardar su ropa hasta que finalizan la actividad.
En supermercados y otros comercios, se instalan casilleros para que los clientes dejen bolsos, mochilas y carteras antes de ingresar al establecimiento. De esta forma se busca que no puedan recurrir a estos artículos para ocultar mercancías y perpetrar un robo.
Otro uso del casillero se da en escuelas y universidades. En estos casos, los alumnos pueden utilizarlos para guardar materiales de estudio y otras cosas que suelen trasladar al centro educativo.
Sinónimo de casilla
Decíamos que la noción de casillero procede de casilla. Ambas palabras, de todos modos, se emplean como sinónimas en algunos contextos.
En el ámbito de los juegos de mesa, se llama casillero o casilla a los espacios delimitados en el tablero. Ubicarse en un casillero determinado implica ocupar una cierta posición.
Los casilleros, en este marco, circunscriben el terreno de juego o señalan el camino que hay que recorrer durante la partida. Si nos centramos en el ajedrez, podemos decir que el tablero se encuentra dividido en 64 casilleros, conocidos como escaques.
El casillero como espacio a completar
En ocasiones, se nombra como casillero a un espacio -real o simbólico- que puede o debe llenarse o completarse. Este significado puede vincularse a los formularios o documentos que cuentan con sectores para marcar con una X o para consignar datos.
Supongamos que alguien, para asociarse a un club y empezar a practicar deporte, debe completar una ficha. Un empleado administrativo de la institución, pues, le entrega un papel donde el interesado tiene que marcar una X en un casillero cuando su respuesta a una pregunta es positiva (“¿Padece alguna enfermedad crónica?”, “¿Toma alguna medicación regularmente?”).
Otra posibilidad es que el casillero sea abstracto o metafórico. Un periodista puede afirmar que un dirigente político “llena todos los casilleros” para convertirse en el candidato a presidente que represente a su partido. Lo que se pretende indicar es que este individuo tiene las características que se buscan en un candidato (acumula experiencia de gestión, es carismático, dispone de buena imagen según varias encuestas, etc.).
En el deporte, finalmente, se suele decir que los puntos que consigue un equipo al competir los acumula en su casillero: “El conjunto local sumó otros tres puntos a su casillero y se consolida como líder”, “Con su casillero aún vacío, el equipo de la capital aspira a obtener su primera victoria en el torneo”.