Causa, un término que procede del latín y tiene su raíz etimológica más lejana en el griego aitía, posee varios significados. En este caso nos interesa su acepción como aquello que origina algo o que se toma como su fundamento.
Un efecto, por otro lado, es una consecuencia. Se trata de algo que surge a partir de una cierta causa.
La expresión causa y efecto, de este modo, hace referencia a la relación que se establece entre un hecho o fenómeno y su corolario o resultado. A este vínculo se lo llama causalidad.
Vínculo de causa y efecto
La causalidad puede analizarse desde diferentes perspectivas. La noción incluso aparece, ya sea de manera explícita o intrínseca, en la vida cotidiana y en el lenguaje coloquial.
Supongamos que un hombre se olvida del cumpleaños de su esposa. Este acontecimiento hace que la mujer se enoje con su pareja. De esta manera, se puede reconocer una causa (el olvido de la fecha) y un efecto (el malestar de la cumpleañera) en esta situación.
Tomemos el caso de un jugador de fútbol que le propina un puñetazo a un rival. Al observar la agresión, el juez del partido lo expulsa. En este marco, es posible advertir la existencia de una causa (el golpe de puño) y un efecto (la expulsión del futbolista).
La causalidad en la filosofía, la física y otras ciencias
Es importante señalar que la causalidad es definida como una relación necesaria que se establece entre la causa y el efecto. Para que se produzca el efecto, antes tiene que hacerse presente la causa: entre ambos, hay un nexo lógico y cronológico.
A lo largo de la historia, los filósofos reconocieron diferentes tipos de causas y analizaron la causalidad de múltiples maneras. Para Aristóteles, por ejemplo, las causas pueden ser formales, materiales, eficientes o finales.
Los científicos llaman principio de causalidad al postulado que sostiene que todo evento cuenta con una causa, siendo incluso el evento en cuestión un efecto de la mencionada causa. A partir de este razonamiento, puede afirmarse que nada sucede de forma aislada ya que hay interacciones entre las cosas y además se produce una interdependencia.
El diagrama de causa y efecto
El profesor japonés Kaoru Ishikawa desarrolló en la década de 1940 una representación gráfica conocida como diagrama de causa y efecto, diagrama espina de pescado o diagrama Ishikawa. A través de este recurso, se muestra cómo diferentes elementos (que actúan como causas) pueden provocar o acrecentar un problema (el efecto) en un sistema.
Con el diagrama de causa y efecto, se pueden analizar diversas clases de situaciones y procesos. La herramienta también ayuda a recopilar datos y puede ser útil para solucionar el inconveniente o defecto.
Para elaborar un diagrama de causa y efecto, primero se debe proceder a la identificación del problema, que tiene que ser concreto. Hecho esto, es necesario resumir el problema en una frase e ir registrando los factores causales. Estas causas deben contrastarse con datos.
Con el diagrama ya desarrollado, se facilita el examen de las causas y así se favorecen las actuaciones para mejorar la situación o el estado.