Cerámica es el arte de fabricar objetos de porcelana, loza y barro. El concepto proviene del griego keramikos, «sustancia quemada» se refiere no sólo al arte, sino también al conjunto de los objetos producidos, al conocimiento científico sobre dichos objetos y a todo lo perteneciente o relativo a la cerámica.
Los historiadores creen que la cerámica surgió en el periodo neolítico por la necesidad de crear recipientes que permitieran guardar el excedente de las cosechas. Dicha cerámica era moldeada a mano y se secaba al sol o alrededor del fuego.
La importancia de la cocción en la cerámica
A partir de la aplicación de la cocción y del desarrollo de modelos geométricos y dibujos para la decoración de los objetos surgió la alfarería (el arte de elaborar vasijas de barro cocido).
Los chinos habrían sido los primeros en aplicar técnicas avanzadas para la cocción de los objetos. Sus conocimiento se expandieron primero por el mundo oriental y después llegaron a Occidente.
Porcelana, terracota, loza y otros productos
Existen distintas técnicas y productos vinculados a la cerámica. La porcelana, un material duro y translúcido que suele ser de color blanco, fue desarrollada en China entre los siglos VII y VIII.
La terracota («tierra cocida») es más antigua ya que se remonta al siglo III a.C. Se trata de arcilla modelada y cocida al horno, generalmente utilizada para la creación de recipientes, esculturas y decoraciones.
La loza (terracota barnizada o esmaltada), el gres (molido con agua y prensado para que tenga una mayor resistencia) y la mayólica (que presenta un acabado vítreo particular) son otros materiales vinculados a la cerámica.
Características de los materiales vinculados a la cerámica
Una de las características que comparten todos los materiales de este arte es su capacidad de aislar la temperatura y, por otro lado, su fragilidad.
Estas características, vuelven imposible la fundición de estos materiales y también la mecanización de su formación con herramientas como fresas, tornos y brochas. Por esta razón la forma de trabajar estos materiales es a través de la sinterización. Se trata de un proceso que consiste en la obtención de productos cerámicos (también se utiliza para manipular ciertos metales) a partir del triturado elemental.
El mismo se encuentra compuesto de diversas fases: elaboración de la materia prima, mezclado de los componentes que se necesitan para la obtención del producto, conformación de la pieza con la resistencia mínima para poder manipularla cuidadosamente y el sinterizado para obtener el producto final y tratamiento térmico para sellar la pieza.
Todo el proceso se conoce como sinterización y podría definirse como un tratamiento isotérmico de la pieza en verde para convertirla en una con la resistencia que se necesita para poder ser utilizada con fines industriales. Para conseguir dicho objetivo es necesario contar con un horno que pueda alcanzar la temperatura necesaria para que este tratamiento pueda ser efectivo, la misma varía de acuerdo al material con el que se está trabajando.
A partir de este proceso pueden obtenerse materiales más o menos resistentes, teniendo en cuenta la forma en la que se ha ido trabajando el material y manejado la tensión entre los diversos componentes.
Clasificación según el tipo
En el caso de los materiales porosos, por ejemplo, no se ha producido la vitrificación por lo que son objetos permeables y de fácil fractura. Entre estos podemos mencionar las arcillas cocidas (son de color rojizo y se cuecen a una temperatura de 700 a 1.000 °C.Se utiliza para fabricar ladrillos, baldosas y cazuelas, entre otros elementos), loza italiana (se obtiene a partir de una arcilla amarillenta y la cocción se realiza a una temperatura de entre 1.050 a 1070 °C.).
Los materiales refractarios son más resistentes que los anteriores porque se producen a partir de una serie de pasos más exhaustivos y, una vez conseguidos, son altamente resistente, soportando temperaturas de hasta 3.000 °C.
Entre los materiales impermeables y semiimpermeables podemos encontrar el gres cerámico común o el fino y se caracterizan por ser materiales más refinados, expuestos a un proceso de impermeabilización que los convierte en productos sumamente resistentes y que impiden el paso del agua. Los mismos son utilizados para la construcción y para elementos que deban sufrir una exposición importante.