La palabra círculo proviene del vocablo latino circulus, que es el diminutivo de circus (“cerco”). Se trata de un sinónimo de redondel y, en el lenguaje cotidiano, de circunferencia.
Una circunferencia, sin embargo, es el lugar geométrico (conjunto de puntos) de un plano que son equidistantes del centro. El círculo, en cambio, es el lugar geométrico de los puntos que se hallan en una cierta circunferencia. Por lo tanto, el círculo es la superficie que está contenida por la circunferencia, mientras que ésta es el perímetro de dicho círculo.
El centro del círculo es coincidente con el centro de la circunferencia. Se conoce como radio al segmento que permite unir dicho centro con cualquier punto del perímetro. Al mayor segmento que pasa por el centro y genera dos semicírculos al dividir el círculo se lo llama diámetro.
Círculo y esfera
Tal y como ocurre con cubo y cuadrado, los términos esfera y círculo suelen utilizarse como sinónimos, aunque es más común oír el último en cualquier situación.
Desde la historia de Cristóbal Colón y su mal citada frase «la tierra es redonda«, la gente parece ignorar la profundidad de las figuras tridimensionales. Esta tendencia, como muchas otras similares, es responsable de la dificultad que presentan muchas personas para comprender conceptos de geometría y aritmética.
Algo negativo que se repite
Un término muy popular es círculo vicioso, que representa una etapa en la vida de una persona o una sociedad que se repite indefinidamente, generalmente con una connotación negativa, ya que parece imposible de interrumpir. Esta serie de eventos que tienen lugar en forma cíclica, son una trampa mental para no superar una depresión, o para no atravesar un determinado obstáculo que impide nuestro progreso.
Más allá de su uso cotidiano por personas sin conocimientos técnicos, se trata de un fenómeno estudiado por la psicología y existen diversos tratamientos que tienen como propósito guiar al paciente hacia un camino alternativo, que le permita finalmente avanzar.
Círculo como entidad
Se conoce como círculo, en otro sentido, a la organización o entidad que permite que un grupo de individuos que comparten intereses se reúnan en un espacio (físico o simbólico) común. Por ejemplo: “El Círculo de Lectores de la Ciudad de Buenos Aires ha organizado un encuentro con poetas y novelistas”, “Mañana tengo que ir a un acto en la sede del Círculo Militar”, «Juan Eshicto fue invitado a leer sus textos en el Círculo de Poetas Iberoamericanos».
El Círculo de Lectores fue fundado en Barcelona, España, en el año 1962 buscando convertirse en una red de autores y lectores para acercar la literatura al mayor número de personas posible. Su propuesta consiste en ofrecer ediciones especiales de una larga lista de títulos, la cual se renueva mes a mes. Con el correr de los años, sus bases han cambiado y el modelo actual de mercado, que demanda productos y servicios de calidad a precio cero, sin duda ha afectado a esta empresa. Los suscriptores reciben un catálogo gratuito en su domicilio, aunque aceptan de antemano el compromiso de comprar una cierta cantidad de libros al mes.
Las publicaciones del Círculo de Lectores, que actualmente llegan a 63 países de todo el mundo, no gozan de un acabado atractivo; esto representa uno de sus puntos débiles, aunque no es el único. Siendo un movimiento literario con presencia internacional, se esperaría que promoviera a aquellos autores realmente comprometidos con las letras, para enriquecer a los lectores; sin embargo, una vez más la moda y las tendencias comerciales se imponen y triunfan, consiguiendo dejar en las sombras el contenido verdaderamente auténtico y valioso.
Un contexto o ambiente
Círculo también es un determinado ambiente o contexto de la sociedad.
“Las palabras del presidente sobre el aborto no cayeron bien en los círculos religiosos” y “Hay incertidumbre en los círculos financieros ante la caída de los depósitos a largo plazo” son frases que muestran este uso.