La codificación es el acto y el resultado de codificar. Este verbo, por su parte, puede aludir a modificar la expresión de un mensaje o a registrar algo a través de las reglas de un código. También puede referirse a la formación de un cuerpo de leyes que se constituye como un sistema.
Para entender qué es la codificación, por lo tanto, primero debe quedar en claro qué es un código. Se trata de una combinación de signos (números, letras, etc.) que tiene un cierto valor en el marco de un sistema o que posibilita la reformulación y la comprensión de un mensaje secreto. Los códigos también son recopilaciones de leyes.
Codificación de caracteres
La codificación de caracteres, en este marco, consiste en transformar un carácter del alfabeto o de otro lenguaje natural (como puede ser un silabario) en un símbolo perteneciente a otro sistema de representación. A través de reglas de codificación, por ejemplo, el código morse permite convertir señales telegráficas intermitentes en letras y números.
El juego de codificación de caracteres conocido con el nombre de ASCII, el cual se suele pronunciar como «asqui», puede codificar un máximo de 128 símbolos. Este límite se debe a que cuenta con siete dígitos binarios destinados a la combinación de valores para la definición de caracteres, ya que el último lo usa para la detección de errores de transmisión.
Estas 128 posibilidades son suficientes para la inclusión de todo el abecedario inglés con sus mayúsculas y minúsculas, además de los signos de puntuación, los números y ciertos caracteres de control (como ser el que le indica a la impresora que comience a trabajar con la página siguiente). Dicho esto, ASCII no puede satisfacer las necesidades de nuestra lengua, ya que no incluye los caracteres con tilde ni los signos de interrogación y exclamación iniciales, entre otros símbolos que necesitamos en varios contextos.
Nuevos sistemas para superar las limitaciones
Dichas limitaciones dieron lugar a la definición de otros sistemas de codificación de caracteres, entre los que se encuentra el ASCII extendido, también de 8 bits. A pesar de ello, estos tampoco cuentan con el espacio suficiente para la inclusión de todos los alfabetos del mundo, sino que también exigen la división en varios, que se usan según la necesidad de cada usuario.
Para solucionar este problema de capacidad de los sistemas de codificación de caracteres, en el año 1991 se acordó a nivel internacional el uso de la norma denominada Unicode, una tabla de dimensiones considerables, que hoy en día cuenta con más de cincuenta mil símbolos, cada uno con su propio código, para abarcar un gran número de formas de escritura, incluyendo los ideogramas usados en chino, coreano y japonés, además de los caracteres de todos los idiomas del continente europeo.
Codificación y transmisión
Se conoce como norma de transmisión a la definición del modo en el cual se transmiten los caracteres codificados a través de un canal de comunicación, como ser Internet. En la actualidad, los mensajes se envían en paquetes de una cantidad entera de octetos; la detección de errores no se realiza con el octavo dígito, sino que para esta tarea de destinan octetos específicos.
Una codificación implica la conversión de sistemas de datos, haciendo que los datos resultantes sean equivalentes a los originales. En el caso de la codificación digital, consiste en traducir valores de tensión eléctrica al sistema binario: así la señal analógica pasa a escribirse como ceros y unos.
El concepto en el derecho
En el terreno del derecho, las codificaciones son recopilaciones jurídicas que se emplean para administrar justicia.
Un código civil y un código penal son el resultado de un proceso de codificación. Estos códigos ordenan y sistematizan las normas y tipifican los delitos, eliminando lagunas jurídicas y redundancias.