El colonialismo es el régimen que se establece cuando un Estado se dedica a la explotación de un territorio que no le es propio. Estas tierras donde impone una dependencia económica y política reciben el nombre de colonias.
En el sentido clásico del concepto, el colonialismo implica la conquista territorial y la explotación de recursos para apropiarse de la riqueza del lugar. De todos modos, la noción también suele emplearse para aludir a la dominación económica y cultural sin que haya una apropiación efectiva de la región, con lo cual se produce un colonialismo informal.
Origen del colonialismo
El origen del colonialismo se encuentra en la expansión de los imperios. La intención de conseguir materias primas y mano de obra barata (o mediante esclavitud) siempre llevó a las potencias a emprender campañas de invasión y ocupación.
En este sentido, de los griegos a los egipcios, pasando por los romanos, los sumerios, los aztecas y los incas, numerosos pueblos antiguos desarrollaron acciones que pueden calificarse como colonialistas. Sin embargo, el término suele relacionarse específicamente con el sistema que impusieron diversos países europeos en otros territorios a partir del siglo XV y hasta el siglo XX.
La colonización europea de América
La colonización europea de América comenzó con la llegada de la expedición liderada por Cristóbal Colón en 1492. A partir de dicho hito, que suele ser mencionado como el descubrimiento de América aunque el continente ya estaba poblado e incluso había sido visitado por otros pueblos anteriormente, el Imperio español y el Imperio portugués iniciaron una primera fase colonialista que luego continuaron los neerlandeses, los franceses y los ingleses.
La denominada Era de los Descubrimientos se caracterizó por la exploración de tierras y favoreció una expansión territorial europea al servicio del mercantilismo. Los avances tecnológicos y el excedente productivo, en este marco, se combinaron con justificaciones culturales para impulsar las iniciativas de conquista. A nivel interno, incluso se esgrimía una supuesta misión destinada a civilizar a los «salvajes» mediante la cristianización, posición que se sostenía en el racismo y en el eurocentrismo.
En el caso de España, se apeló a la estructura del virreinato para la administración colonial. De este modo, la metrópolis dirigía a las colonias a través de virreyes que representaban al rey. El Virreinato de Nueva España, el Virreinato del Perú, el Virreinato de Nueva Granada y el Virreinato del Río Plata eran las divisiones administrativas que instauró en el territorio americano.
En estos asentamientos, los colonos eran quienes ejercían el poder: los territorios dependientes carecían de autonomía y el derecho de los pueblos americanos a gobernarse a sí mismos no era considerado. Las Leyes de Indias promulgadas por la Corona española constituían la legislación que regulaba la vida en las colonias
El Imperio portugués, por su parte, también ejerció el colonialismo en América, dominando Brasil. Lo mismo hizo el Imperio británico en zonas de América del Norte y América del Sur, mientras que el Imperio colonial francés tuvo presencia en Norteamérica, Sudamérica y el Caribe.
El colonialismo en otras partes del mundo
El colonialismo también se desarrolló en otras partes del mundo más allá de América. La colonización de África por parte de España llevó a la creación del Sahara español y el Protectorado de Marruecos y al control de Guinea Ecuatorial; al dominio portugués de Mozambique y Angola; a la explotación francesa de Argelia y Senegal; y a la administración inglesa de Egipto, por ejemplo.
La colonización de Asia y la colonización de Oceanía (incluyendo la colonización de las Islas del Pacífico) fueron otros procesos que incluyeron el estallido de conflictos étnicos, desplazamientos forzados y otras problemáticas, además de la expropiación de tierras.
Las Compañías de Indias
Las Compañías de Indias fueron las entidades creadas por las metrópolis para la gestión del comercio con las colonias. Cabe destacar que la idea de Indias Occidentales refería sobre todo al Caribe y, en un sentido amplio, también al resto de América, mientras que las Indias Orientales aludían a Asia.
Las Compañías de Indias contribuían al dominio a través del monopolio. Entre las Compañías de las Indias Occidentales se encontraban la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales y la Compañía Danesa de las Indias Occidentales y Guinea, mientras que entre las Compañías de las Indias Orientales sobresalían la Compañía Británica de las Indias Orientales, la Compañía Francesa de las Indias Orientales y la Compañía Portuguesa de las Indias Orientales.
El final del colonialismo
El final del colonialismo se fue forjando a través de movimientos anticoloniales y movimientos de independencia que aspiraban a terminar con la subyugación. Así, las revoluciones anticoloniales fueron sucediéndose y en algunos casos se llegó incluso a una guerra de independencia.
Si tomamos el caso de Argentina, en 1810 se produjo la llamada Revolución de Mayo que permitió crear la Primera Junta de Gobierno en reemplazo del virrey, aunque se mantuvo la sumisión a España. La independencia finalmente se concretó el 9 de julio de 1816.
En esta lucha, muchos líderes anticoloniales quedaron en la historia. Patrice Lumumba, por ejemplo, luchó por la independencia del Congo y se transformó en primer ministro en 1960, hasta que fue derrocado y luego asesinado.
Hoy la Organización de las Naciones Unidas cuenta con un Comité de Descolonización que se dedica a combatir el colonialismo y a monitorear la situación en aquellos territorios que son administrados por potencias coloniales. Este organismo se encuentra trabajando en Gibraltar, por señalar un caso.